Dani Pedrosa, que es el protagonista de este post, ha sido un poco la cruz. Desde la quinta posición de la parrilla de salida, arranca como un misil tierra-tierra y toma el liderato de la prueba con relativa facilidad. Con Casey Stoner a raya, y un Valentino Rossi que estaba "conservando, usando la calculadora", a Dani le salió la casta y parecía ir rabioso a por otra victoria que lo acercase un poco más al subcampeonato. No estaría mal revalidarlo. Y tampoco hacer una buena actuación en Casa Honda. Pero...
Un podium no está mal. Tercero son un buen puñado de puntos, y queda por detrás del nuevo campeón del mundo, y del campeón vigente hasta el momento. En las estadísticas quedará el número, y en nuestra memoria, al menos hasta dentro de un cierto tiempo, quedará que Dani Pedrosa se desinfló cuando Casey Stoner le pegó la machada y se colocó primero, en un soberbio intento de no regalar el título sin luchar hasta la última gota.
No sólo fue desconcierto pasajero, sino que a partir de ahí no supo engancharse al nuevo ritmo impuesto por Casey Stoner, y comenzó a descolgarse. Por detrás venia Jorge Lorenzo, remontando y solucionando así en cierta manera su mala salida. Cayó hasta el quinto puesto desde la pole, y tuvo que apretar los dientes. Cuando alcanzó a Dani, lo lógico era intentar pasarlo, pero claro, Dani tampoco iba a perder un podium en favor de Yamaha (ya no nos quedamos tan sólo en terreno pilotos). Al final de todo, Lorenzo lo da todo e intenta un adelantamiento manifiestamente imposible que casi tira a Pedrosa. Pero bonito, porque es un tio que lo intenta todo.
Lo que quiero decir es que Dani Pedrosa parece haberse quedado estancado. Entiendo que no cuenta con el mejor material, pero si analizamos el vuelta a vuelta vemos como en ningún momento fue capaz de reaccionar al cambio de ritmo de Stoner.
Una verdadera pena, y no soy quien para criticarlo, sólo un aficionado que no quiere dejar de pensar que Pedrosa podrá ser campeón del mundo, pero creo que le falta un poco más de mala ... leche.