Entre las estadísticas que nos contó Luis ayer faltaba una que habrán podido conocer aquellos que hayan seguido la retransmisión de los entrenamientos libres del Gran Premio de Assen por Movistar TV. Y es después de la finalización de Moto2, nos han dado toda una Master Class (ahora que está de moda la palabra con los programas de cocina) y recordando en ella los 30 años de cámaras on board en MotoGP.
El encargado de contar todos los detalles fue Manel Arroyo, de Dorna. Sobre la mesa mostró desde la primera cámara que se utilizó por primera vez precisamente en el Gran Premio de Assen de 1985 en la moto de Randy Mamola, hasta las actuales minicámaras en HD y cámaras de 360º que utilizan hoy en día. La historia de las cámaras da para mucho pero os contaremos lo más relevante después del vídeo en el que se ve la primera grabación en carrera desde la moto de Mamola.
Aunque no se aprecia demasiado bien en el vídeo, en la foto de portada hemos marcado dónde se encontraba la cámara on board. Un cacharro de casi un kilo de peso y con una óptica del tamaño de una cámara réflex actual que llevaba el sistema de transmisión analógico y la batería en una caja del tamaño de una caja de zapatos ubicada en el depósito.
Lo curioso de la historia de la primera grabación es que eligieron a Randy Mamola para poner la cámara porque era un piloto que siempre estaba por el medio del pelotón y por lo tanto, podía mostrar imágenes espectaculares. Pero la realidad es que llovió, y tras escaparse en la salida dominó en solitario la carrera hasta la bandra a cuadros.
Es decir, que en vez de tener una bonita carrera de lucha lo único que se pudo grabar fueron 45 minutos de imágenes rodando en solitario. Nadie ha dicho que los inicios no son difíciles.
Comentaban también que fueron implantando poco a poco las cámaras pero llegó un momento que los pilotos se negaron en redondo y se pasaron una temporada con cámaras en una caja pero sin poder montarlas (creo recordar que fue a principios de los 90).
Total, que se les hincharon las narices y por reglamento impusieron que los diez primeros del campeonato llevarían cámaras y el resto, un lastre equivalente en la moto para compensar la desventaja.
Otra anécdota interesante es cuando se empezaron a implementar las infografías en la imagen. Lo primero fueron las revoluciones pero las marcas decían que esa información no la iban a facilitar. Por ello desarrollaron un software que mediante el sonido podían saber aproximadamente a qué régimen estaban girando las motos.
La sorpresa fue cuando un día les pidieron la gráfica de las revoluciones en unos entrenamientos, lo compararon con las reales y eran idénticas. Desde aquel momento los equipos entendieron que les era imposible esconder esa información tanto a los rivales como a las cámaras y accedieron a dejar una conexión en la centralita para poder tomar los datos. Me recuerda a cuando intentaban mediante grabaciones y un osciloscopio diferenciar el motor big bang y el screamer o más recientemente con el cambio seamless.
Por último también relataron que no han estado exentos de robos y es que durante el GP de Mugello hace años y con la invasión de pista, la cámara del colín de la moto de Valentino Rossi desapareció para siempre. El problema, más allá del económico es que muchas cámaras y soportes se hacen artesanalmente porque cada moto cuenta con diferentes características y fue un problema volver a hacer una.
Lo curioso es que desde hace años ya no externalizan el tema de las cámaras onboard sino que las desarrolla la propia Dorna, con lo que incluso otros campeonatos como el de la NASCAR, les han pedido ayuda para mejorar sus grabaciones.
Vía | Movistar TV