Un año más Milestone vuelve a la carga con la franquicia del Campeonato del Mundo de MotoGP. El videojuego MotoGP 19 renueva su apuesta para postularse como el mejor simulador de motos año tras año, y eso tiene sus luces y sus sombras.
Con nuevas opciones de juego, un realismo incrementado, opciones más profundas y el aliciente del modo histórico, el MotoGP 19 en términos generales es nuevo, pero añade pocas novedades a su oferta. La problemática de la evolución constante.
MotoGP 19: la ambición de Milestone
Si nos fijamos en el mercado de videojuegos lo cierto es que simuladores reales de motor no hay demasiados. Sí, existen un buen puñado de títulos en los que los coches son los protagonistas, pero mientras tanto, los aficionados a las motos nos tenemos que conformar con poco más que la nada más absoluta.
Las grandes compañías han dado la espalda a este nicho, sólo apto casi para los aficionados más acérrimos del motociclismo y que dista mucho de ser un género mainstream, pero hay algunos que se resisten a abandonar las motos.
El mejor representante de estas compañías es Milestone, la factoría italiana responsable del Ride 3 que probamos hace unos meses y que antes se labró una reputación con la franquicia del Campeonato del Mundo de Superbikes. Ahora acaban de lanzar el MXGP 19, además de algún otro título más de motos.
Son los encargados de desarrollar el videojuego con licencia oficial del Campeonato del Mundo de MotoGP desde 2013 y que es el protagonista de los eSport de MotoGP. Esta exigente labor en exclusiva les sirve para mantenerse en el candelero pero que con un presupuesto lejos de las grandes productoras deja notar cierto agotamiento a la hora de introducir novedades, sobre todo en el apartado técnico.
Cambios justos pero acertados
Nada más arrancar el MotoGP 19 nos damos cuenta de que la oferta es ingente. Podemos competir en modo rápido si no queremos muchas complicaciones y limitarnos a darle al mango, o también usar el modo de retos históricos del que hablaremos más adelante. La profundidad de MotoGP 19 se encuentra en su modo Trayectoria, en el que tendremos que irnos labrando una carrera paso a paso, carrera a carrera hasta ganarnos los fichajes, las motos y, al final, los títulos.
Por primera vez suma un total de cinco categorías: MotoGP, Moto2, Moto3, Red Bull Rookies Cup y MotoE. Dentro de estas cinco categorías podremos realizar temporadas completas a lo largo de las 19 citas del calendario actual, además de arrancar en los entrenamientos de pretemporada.
Tal y como se reparten las sesiones en cada Gran Premio podremos salir a pista desde el viernes, con sesiones cronológicamente exactas, mismos tiempos para cada entrenamiento que en la realidad y con la posibilidad de realizar múltiples ajustes en la moto.
Dentro de estos ajustes está el factor de los neumáticos, un elemento que juega un papel determinante. En MotoGP 19 tendremos una asignación limitada de neumáticos que tendremos que gestionar a lo largo del fin de semana, y sí, hay que utilizarlos con cabeza. Cada neumático sufre un desgaste paulatino sensible al estilo de conducción, exigencia o temperatura.
En el cuadro de mandos virtual tendremos un indicador del estado de cada rueda y, por ejemplo, si estiramos mucho un neumático durante un entrenamiento empezaremos a notar cómo su rendimiento cae de manera dramática a medida que se desgasta. En ese momento tendremos que parar en boxes, cambiar y volver a salir, o dar por finalizada la sesión si hemos hecho un buen tiempo para conservar neumáticos.
Este handicap se nota especialmente en circuitos complejos, cuando no conocemos la trazada óptima ni los puntos de referencia y tenemos que dar más vueltas de lo normal. Algo que nos obligará también a jugar con los compuestos de cada rueda para buscar una mayor vida útil para carrera o tandas largas o un mejor agarre cuando queremos atacar el crono.
Porque sí, realizar una buena clasificación es vital de cara a la carrera, y en carrera el desgaste de las ruedas y el compuesto elegido determinará nuestro rendimiento en carrera. Se nota, y mucho, si escogemos un neumático blando, hace calor y se acerca el final de una carrera. Sudarás para mantener el ritmo.
El MotoGP 19 es más simulador que nunca
Para conseguir ser rápidos no bastará con acelerar pronto y frenar tarde. Milestone lleva años metida en esto y cada vez sus títulos cogen más tintes de simulador que de arcade. Es fundamental aprender y saber hilar fino, vamos, igual que sobre una moto real.
Empezar queriendo correr en MotoGP y ganar sin atiborrarse ayudas es casi como ver un unicornio. Lo más apropiado es empezar desde las categorías inferiores para aprender a dosificar el gas, frenar con tacto, buscar la trazada óptima, apoyarse en el freno trasero... Aquí todo cuenta, y el cronómetro no miente.
Las Moto3 son la escuela perfecta. No tienen mucha potencia y pesan poco. Nos enseñarán a apurar las frenadas y soltar gradualmente a medida que entramos en la curva con la máxima velocidad posible sin tener que preocuparnos de salir por orejas al dar gas.
Con las Moto2 tendremos el siguiente escalón, con conjuntos más pesados y a la vez mucho más potentes, pero que nos exigen tener un buen paso por curva igualmente. Las MotoGP ya son harina de otro costal. Su desmesurada potencia será el verdadero juez que nos dirá si seguimos encima de la moto o somos catapultados irremediablemente.
Otros dos puntos a mencionar y que condicionan para bien y para mal la experiencia en MotoGP 19 son la inteligencia artificial del resto de oponentes y la conducción sobre lluvia. El primer apartado se supone que es un nuevo sistema que hace más humanos los comportamientos del resto de pilotos y sí dan impresión de haber mejorado, tomando decisiones sobre la marcha rectificando si les adelantamos en una curva o metiéndose a poco que les dejamos la puerta abierta.
El otro asunto, el del pilotaje sobre mojado, nos deja un poco fríos. Sí que se percibe cierto grado de complejidad a la hora de mantenerse sobre dos ruedas y el resto de oponentes bajan considerablemente el ritmo, pero el nivel de agarre sigue siendo elevadísimo.
A nivel técnico bien. Se nota el buen hacer y las posibilidades que ofrece a nivel físico el motor gráfico Unreal Engine 4 con las pérdidas de agarre, transferencias de peso o el propio movimiento del piloto. Lo que no nos convence demasiado es el modo de evolución del propio modo Trayectoria.
Completar una temporada completa incluso saltando sesiones de entrenamiento es una gesta que nos llevará decenas de horas. Cada Gran Premio supone una inversión de tiempo elevada y, a cambio, el juego sólo evoluciona en la medida que lo hagamos nosotros.
Nuestro alter ego no consigue mejorar sus capacidades, no hay cambios perceptibles y sólo será posible mejorar ciertos aspectos de la moto gracias a los puntos que conseguimos con nuestros resultados, aunque no son especialmente relevantes. El resultado es un juego por el que avanzar hay que armarse de paciencia y que puede llegar a ser frustrante, incluso ganando carreras.
Reviviendo a las leyendas del motociclismo
En este MotoGP 19 la desarrolladora nos presenta como gran novedad la inclusión de un modo histórico en el que podremos correr con motos y pilotos míticos. Desde la era dorada de las 500 cc de dos tiempos con 12 monturas entre las que contamos a Schwantz, Rainey, Doohan o Crivillé hasta 38 de las MotoGP entre 2002 y 2013 con nombres como Biaggi, Rossi, Pedrosa, Stoner, Gibernau, Simoncelli...
Este modo resulta bastante interesante al comprobar cómo el funcionamiento de las rabiosas dos tiempos se ha intentado representar de una manera fidedigna, aunque bastante filtrada a través de las opciones de regulación de la electrónica (inexistente en la época).
A nivel estético no hay duda, porque funciona muy bien. Las motos lucen exquisitas, así como las equipaciones de los pilotos cuidadas hasta el más mínimo detalle y sus estilos de pilotaje, bastante bien conseguidos con diferencias notables entre los viejos jinetes y los estilos modernos de codo al suelo.
Si bien el realismo para las formas y detalles incluso en las pinzas de freno, tipos de llantas o adhesivos en los basculantes de las motos históricas es bastante alto, la única diferencia estética que podemos reprochar para enfatizar la inmersión de modelos clásicos es la supresión de determinados patrocinadores, ahora prohibidos, en el caso de las bebidas alcohólicas y el tabaco.
Lo que sí hay que resaltar es que Milestone nos ha vendido este modo como una gran novedad. Pues bien, esto no es totalmente cierto. En MotoGP 18 este modo histórico no existía, pero ya se había incluido en el título anterior. Desconocemos los motivos, quizá fue por el trabajo extra de implementar el nuevo motor gráfico, pero este 2019 novedad, novedad... no es.
En total son 60 pruebas las que componen esta sección de Desafíos Históricos. Un apartado que es bastante gratificante porque se centra en objetivos cortos y atractivos, aunque en algunos casos la dificultad para completarlos con una medalla de oro roza lo imposible.
Un simulador que todavía tiene margen de mejora
En el apartado visual no podemos poner grandes críticas. El motor gráfico Unreal Engine 4 que se empezó a usar en la entrega anterior ha servido para dar un paso hacia delante y en este MotoGP 19 se han pulido aún más algunos detalles mientras que otros siguen igual.
Las texturas lucen bien en movimiento y se permite enfatizar el realismo con unas reacciones bastante bien conseguidas a la hora de simular las pérdidas de agarre. En el neumático trasero encontraremos bastante pelea, en el delantero los deslizamientos son difíciles de simular y una vez aparecen, es difícil salvar la caída.
En cambio en las renderizaciones en estático o durante las repeticiones sí podemos fijarnos en imperfecciones, superficies no tratadas del todo bien, zonas borrosas o fallos en la iluminación que le restan empaque al título. Las animaciones dentro de boxes dan un poco de bajón con dejando bastante que desear en el apartado gráfico.
Al igual que ocurre con la saga Ride, el sonido es otro de esos aspectos que nos deja con un sabor agridulce. Se han encargado de simular de manera bastante fehaciente el carácter de cada motor a nivel acústico, pero el resultado final es un tanto pobre, con ciertos tintes a recreativo de los años 90. En este apartado aprueba por la mínima.
La ambientación general también nos deja un poco fríos, y es que más allá de las carreras no hay más que algunas frases manidas de Ernest Riveras que, Gran Premio tras Gran Premio se repiten y acaban siendo cansinas.
Personalización: mucha, pero tediosa
Otro de los grandes reclamos que Milestone ha lanzado a la palestra este 2019 es la opción de poder generar nuestros propios dorsales y personalizar los cascos al gusto del consumidor. Algo cuyo único propósito es incrementar la cantidad de horas que echamos delante de la pantalla sin conseguir nada productivo.
En ambos casos para construir una decoración tendremos que ir paso a paso, capa a capa, eligiendo elementos, añadiendo, superponiendo, redimensionando y coloreando hasta encontrar la combinación que más nos guste.
Puede que a algunos jugadores estas opciones les resulten interesantes. Siempre es bonito ver a nuestro piloto vestido con nuestros propios colores, pero la realidad es que el sistema de edición resulta profundamente tedioso, complejo y aburrido para conseguir unos resultados que no son especialmente satisfactorios.
El simulador más fiel de MotoGP aún puede perfeccionarse
En definitiva, el MotoGP 19 es el máximo exponente de una franquicia con solera que sigue evolucionando. A nivel técnico y de complejidad a los mandos está muy bien conseguido, además de ser notable en cuanto a la fidelidad (que no podía ser menos) visual con lo que podemos ver en la televisión los fines de semana de carreras.
Este año se ha vuelto más completo que nunca con la adopción también de la categoría de motos eléctricas y se agradece la ambición de Milestone por mantener un formato que abarca mucho. Pero claro, "el que mucho abarca, poco aprieta" se suele decir.
Se nota que hay apartados en los que Milestone ha decidido optimizar recursos y jugar al reciclaje de contenidos en lugar de introducir novedades realmente interesantes o aderezar el modo historia para que no sea excesivamente monótono.
En cualquier caso, si buscas un simulador de motos y eres aficionado al mundial de motociclismo, el MotoGP 19 es difícil que te defraude en ninguno de sus modos. Todo depende del tiempo que quieras invertir y de lo fanático de las motos que seas.