No quiero pensar que estos espectáculos sean producto de la crisis, que agudiza el ingenio, si no una manera de mantener viva la tradición de payasos callejeros que en muchos sitios ha caido en el olvido. En nuestro país hay claros ejemplos como Faemino y Cansado que empezaron actuando en el Retiro en Madrid y con los años han conseguido alcanzar una popularidad que para sí quisieran muchos otros. Aquí podéis ver una muestra de lo que son capaces de montar Otto Kuhnle y su compañero Gregor Wollny en una esquina de cualquier ciudad, con un pequeño escenario, una Vespa FL y algunos peluches.
En Alicante es bastante difícil ver algo así, pero estoy seguro de que en muchas grandes ciudades de Europa puedes encontrar gente así de divertida o más intentando ganarse el pan honradamente haciendo el payaso. Disfrutad del fin de semana y volved todos el lunes, que os esperamos.
Gracias a Tete de Iberoscooter