Y es que es desde 2009 han sido cientos de pinos (dos cientos sin saber los datos de 2014) lo que se han cortado, quemado o aplastado debido a la celebración de la famosa concentración. Ecologistas en Acción indica también que la densidad de árboles ha disminuido siendo fácilmente comprobable a simple vista. Señalan también que se han creado nuevos caminos que no existían con anterioridad y que los ya existentes se han ensanchado exageradamente para la entrada de miles de motos.
El Pinar de Antequera y la ribera del Duero es una zona ambiental protegida por distintas figuras por lo que podríamos estar ante una grave infracción de la Ley de Montes, o incluso peor, una muestra de falta absoluta de civismo y educación por parte de organización y participantes. Bueno, para ser justos, seguramente sólo sea una pequeña minoría –como la de cualquier Gran Premio–.
Compartir con amigos nuestra pasión, el motociclismo, mientras disfrutamos de un paisaje natural espectacular es sin duda una de las cosas que más gusta. No obstante, y bajo ningún concepto, nunca se debería aceptar la celebración de eventos masivos sin control en espacios protegidos.
Vía | Europapress Foto vía | Ecologistas en Acción