Honda ha sacado de nuevo a la venta la Honda CBR600F, el modelo que todos los de mi generación y barrio querían poseer (no, tener solo no, queríamos poseerla). Cuando se lanzó en 1987, un servidor no llegaba a adolescente, no sería hasta unos años más tarde, por el 92, cuando en nuestras mentes rivalizaban la CBR600 o bien, para los valientes, las Ninja… Pero estamos hablando de la Honda.
Como decimos, este modelo se comercializa desde ya con un precio de salida de 9.199 euros, está derivada directamente de la CBR600RR de 2007 y está a caballo entre las naked y las deportivas de peso medio. En nuestras categorías encaja dentro de deportivas, eso si. La definición oficial de la CBR600F es “estilo y prestaciones de una Supersports, pero con el suficiente confort y funcionalidad para el día a día”.
De su herencia de las Supersport se han sacado buenas lecturas y correctas soluciones, tenemos una moto equilibrada, con potencia desde bajas revoluciones, flexibilidad y ligereza y buena aerodinámica. La postura de conducción es relajada, con un asiento bajo y manillar algo más alto que otras deportivas.
Hay que decir que la opción de ABS incrementa el precio final en 600 euros, pasando pues a costar 9.799 euros. Yo… la verdad es que me quedo con la versión en color negro, pero hablando de ABS, aunque me parece que debiera ir de serie por defecto, creo que es bueno invertir en seguridad, aunque me parece que debería incluir unas sesiones de práctica para “aprender a frenar” con ABS. Yo las necesitaría, seguro.
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