En 1986 Lamborghini inició la producción de una moto denominada Desing 90 así el CEO de Lamborghini en aquella época Patrick Mimran, además de hacer coches deportivos de lujo, decidió abrir nuevos mercados y comenzó a fabricar entre otros, motores fuera borda o como en el caso que nos ocupa esta moto. Pero no se si por el paso del tiempo o por que realmente desde su nacimiento ya era fea. La verdad es que esperaba algo más de esta marca que ha sido capaz de fabricar coches preciosos a los que parece no afectar los años trascurridos cuando hablamos de su diseño.
Lamborghini quiso construir una nueva moto que fuese una de las mejores motos del mundo compitiendo entre otras con la legendaria Bimota. Para el desarrollo se aliaron con la empresa francesa Boxer Bikes de Toulouse especializada en bicicletas de carreras artesanales. Y con el prestigioso ingeniero Caude Fior al frente, crearon un chasis sofisticado, rígido y ligero, y una suspensión especial para la moto.
La historia de Ferrucio Lamborghini afamado constructor de tractores en la posguerra y gran aficionado a los coches. Era poseedor de varios Ferrari y cansado del mal funcionamiento de las cajas de cambio de estos coches fue a protestar al mismísimo Enzo Ferrari. Indicándole que incluso él mismo, había modificado varias para hacerlas más fiables. Enzo le recriminó que ningún fabricante de tractores le iba a decir como hacer sus deportivos y Ferrucio Lamborghini enfadado, decidió crear su propia marca contratando a golpe de talonario varios ingenieros de Ferrari entrando en competencia directa con este y llevándose a muchos clientes ferraristas descontentos.
De esta anécdota, a la construcción de la Desing 90 por parte de Lamborghini ha pasado mucho tiempo. Pero no se si Ferrucio Lamborghini de dirigir la empresa en los 80 aprobaría el diseño de esta moto o volvería a oír la frase “que hace un fabricante de tractores fabricando motos”. En teoría el diseño esta inspirado en las líneas del Lamborghini Countach. Un motor Kawasaki de 4 cilindros, 16 válvulas y 1000 cc. con una potencia de 120 CV la propulsa hasta superar los 250 Km/h de velocidad. La moto pesa cerca de 180 kilos y contaba con una suspensión de la marca Fournales, escapes Devil y llantas especiales fabricadas por Gotti.
Además como el precio es proporcional en muchos de los casos a la escasez del producto. Esta moto de las que se fabricaron muy pocas unidades, no llegaron a 10, menos mal, a un precio de 13.500 dólares del año 86 a día de hoy, las que existen a la venta rondan los 60.000 dólares.
Yo personalmente me sigo quedando con la visión del diseñador rumano Laurentiu Trifescu de la moto Lamborghini denominada en esta ocasión Caramelo.
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