Hasta el momento, la Piaggio Beverly 300ie responde perfectamente a la definición que os comentábamos el primer día. Se trata de un patito feo en toda la regla. Una moto relativamente incomprendida en nuestro mercado pero que cuando la conoces, entiendes perfectamente porqué Italia está plagada de ellas por ejemplo. Y nos ha dado pena tener que devolverla a Vespa Gijón.
Se trata de un scooter al cual se le ha cuidado hasta el más mínimo detalle. Los encajes son increíblemente precisos y cuesta, aun pasando el dedo por encima de ellos, sentir las uniones entre las distintas partes. Por ejemplo en el manillar donde el frontal blanco y la parte trasera marrón son dos piezas aunque a primera vista no lo parezca y pienses que la parte marrón puede ser incluso un vinilo texturizado.
Pocos scooter que haya probado tienen un grado de refinamiento tan logrado. Y digo pocos por no decir ninguno si pensamos que no se trata de un modelo de última hornada. Detalles como el gancho tras el escudo frontal escamoteable o el depósito de combustible con tapón metálico y dispositivo antisalpicaduras dicen muchas cosas a su favor.
Piaggio Beverly 300ie, gran capacidad de carga
Cuando pensamos en un scooter de rueda alta sabemos que la ganancia de estabilidad en carretera se traduce en una capacidad de carga debajo del asiento limitada. Es el precio que hay que pagar y hasta hace muy poco era difícil que en la mayoría de modelos de otras marcas pudiésemos guardar algo más que un caso jet.
Sin embargo, la Piaggio Beverly 300ie puede jactarse de tener un hueco inmenso para el segmento en el que se mueve. Ese híbrido entre una llanta de 16 pulgadas delante y una de 14 pulgadas detrás, además de intentar compaginar agilidad y estabilidad, permite tener una buena capacidad de carga.
Así podremos guardar un casco integral y otro tipo jet, o por ejemplo una mochila ya que el espacio no está dividido en dos como en otros casos. Además está compartimentado, con un lugar especial para la documentación y otro para las herramientas. Cuenta con luz de cortesía y como decíamos, tras la guantera frontal tenemos un tirador mecánico para poder abrir el asiento si un día nos quedamos sin batería.
Por desgracia durante la prueba no pudimos realizar convenientemente la prueba de consumo, con la que os solemos dar las cifras que hemos extraído en un uso por encima de la media. Sin embargo si hemos calculado que supera por poco los 4 l/100 aproximadamente, en función de la carretera que hagáis con ella.
Y por último, hablemos del precio. Quizás el caballo de batalla de este modelo porque está por encima de la media. Actualmente su precio recomendado de venta es de 4.781 euros, lo que la sitúa 192 euros más cara que la que, creemos, es su principal competidora a igualdad de características: la Honda Scoopy SH300i que probamos hace tiempo.
¿Tiene la Piaggio Beverly 300ie un precio justificado? Pues depende de qué es lo que busquemos en una moto. Si queremos una montura que nos lleve desde A hasta B sin preocuparnos de nada más, seguramente vayamos a por un modelo más barato. Pero si por el contrario buscamos una gran calidad, buenas prestaciones y dinámica, el precio ya no se nos antoja tan caro.
Y la pregunta es bien sencilla: ¿qué tiene la Honda Scoopy para vender miles en algunas ciudades como Barcelona y sin embargo que no le ocurra lo mismo a la Piaggio Beverly 300ie, con casi el mismo precio? El boca a boca de los usuarios, la tradición e ir a lo que aparentemente parece lo seguro sin mirar si existen más opciones.
Y sí existen más opciones. Pero ojo, con esto no estoy diciendo que sea ni mejor ni peor. Simplemente que es tan buena como otras. Es cómoda, con multitud de detalles, magníficos acabados y un motor que a pesar de su menor potencia teórica, su curva de par es elogiable.
Pero no todo son cosas buenas. Nos hubiese gustado que el freno delantero tuviese un poco más de mordiente, o mejor dicho, lo hiciese más temprano y no teniendo que llevar la maneta hasta la mitad de recorrido. Pero en este punto se acaban las críticas, o al menos las críticas objetivas porque nos ha convencido.
Piaggio Beverly 300ie
Motor:
Tipo: Monocilíndrico Piaggio Quasar 4 tiempos, refrigeración líquida
Cilindrada: 278 cm³
Potencia max. Dec.: 22,2 cv a 7.250 rpm
Par max. dec: 23 Nm a 5.750 rpm
Embrague: Centrifugo
Cambio: Variador automático de velocidad CVT con servidor de par
Transmisión: Correa
Delantera: Horquilla telescópica hidráulica Ø35mm ? recorrido 90mm
Trasera: Doble amortiguador hidráulico de doble efecto con precarga regulable en 4 posiciones ? recorrido 81mm
Delantero: Disco Ø 300mm con pinza flotante de dos pistones
Trasero: Disco Ø 240mm con pinza flotante
Delantera: Aleación aluminio 16" x 3,00, neumático 110/70-16?
Trasera: Aleación aluminio 14" x 3,50, neumático 140/70-14?
Longitud total: 2.150 mm
Distancia entre ejes: 1.535 mm
Altura asiento: 790 mm
Depósito de combustible: 12,5 litros
Consumo medio medido: 4,3 litros
Peso en seco: N/D kg
Motor: 8
Estabilidad: 8
Suspensiones: 8
Frenos: 6
Estética: 8,5
Acabados: 10
Comodidad del piloto: 8
Comodidad del pasajero: 8
Valoración media: 8,06
A favor: acabados, calidad, capacidad de carga
En contra: un poco escasa en potencia respecto a la competencia, freno delantero
Nota: La Piaggio Beverly 300ie fue cedida por Vespa Gijón para la prueba. Los gastos de gasolina han sido asumidos por el editor. Para más información consulta nuestra política de relaciones con empresas.
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