Ayer hablamos sobre la estética de la Moto Guzzi V7 Classic, estética que la sitúa en un sector en el que los detalles son siempre muy valorados y si estos son de aspecto retro la valoración ya se dispara. Pero esta moto cuenta con un detalle que la sitúa muy por encima de la competencia, estamos hablando del motor bicilíndrico en uve a 90º situado transversalmente a la marcha. En el mercado solo existe otra marca que mantenga una configuración parecida a esta, BMW, pero los alemanes no fabrican una pieza de ingeniería tan compacta como el motor italiano de 744 cc.
Seguro que muchos pensareis que con esa disposición tropezarán en él las rodillas, será incómodo y demás cosas parecidas. Pues la noticia es que la posición del piloto en la moto es tan correcta que en ningún momento tocas con nada del motor. Las rodillas van encajadas en las entalladuras que tiene el depósito. Se acabaron las espinillas o las rodillas marcadas al apurar una frenada. Todo un acierto en la Moto Guzzi V7 Classic.
Arrancamos un motor que sabe a historia
La puesta en macha del motor es tan sencilla como en cualquier otra moto. Le tiras del Starter, sujetas la maneta del embregue y le das al botón de arranque. Instantáneamente oyes un sonido que te recuerda que esta no es una moto más, si no que acabas de arrancar algo un tanto especial. El principal detalle que la diferencia es que si aceleras en vacío, el cigüeñal situado transversal a la marcha hace que la moto se “enrosque” hacia la derecha. Esto es algo que se parecía en vacío, pero que en marcha desaparece completamente.
Una vez convenientemente calentado el motor te puedes subir en la moto, engranar primera y salir a rodar con ella. La primera sensación es que el embrague es muy progresivo, lo que ayudado por el par motor te permite callejear sin problemas. El recorrido de la palanca del cambio es un tanto largo desde el punto muerto hasta primera y luego al subir de marchas tienes que acompañar la palanca con el pie para no fallar ningún cambio. Y esto es extraño, porque el espacio que queda entre la palanca y el estribo es muy justo para meter un pie de la talla 42. Quizá ajustando un poco mejor la posición de la palanca se mejore esto, pero no estamos hablando de un problema insalvable.
Para los mas escépticos, la transmisión por cardan se comporta de una manera muy neutra, tan neutra que en muy pocos metros te olvidas de ella. Esto significa que no presenta ninguna reacción parásita ni notas pesado el tren trasero. De alguna manera tenían que notarse los muchos años que lleva la marca puliendo el sistema. Seguro que el sistema CARC que montan las Moto Guzzi de mayor cilindrada es una delicia viendo como funciona este que es mucho más sencillo.
La posición del manillar y los retrovisores te permite meterte entre los coches sin problemas, aunque el radio de giro queda muy limitado y no puedes “culebrear” entre ellos como con otras motos. Pero da lo mismo, llevas una Moto Guzzi y la gente se vuelve a mirarla con cierta sorpresa. La pregunta más repetida es ¿De que año es? o ¿Acabas de restaurarla? Porque te tienes que fijar con detenimiento para apreciar que estás delante de una moto moderna, con acabados modernos y no frente a una moto de los años setenta.
Salimos a la carretera, primer tramo autovía
Ya os aviso que esta no es una moto para reventar los radares de las autovías cercanas a donde vivas. Los 48,8 CV que da el motor no son para dejarese los puntos en un control. Además la falta de carenado y la posición del conductor te invitan a no ir demasiado deprisa. En definitiva acabas rodando a velocidades legales con el motor en la zona de las 4.500 rpm. Así tienes unas cuantas vueltas por arriba para estirar la marcha en caso de querer adelantar mientras mantienes el motor en un régimen en el que ronronea casi sin vibraciones. Si eres de los que tienen el cuello blindado y los brazos de un levantador de pesas puedes apurar más la velocidad, pero insisto que esta no es una moto para este tipo de uso.
Igual que si quieres hacer un viaje largo con ella, mi recomendación es que utilices lo mínimo las autovías/autopistas, ya que con la Moto Guzzi V7 Classic en ese ambiente no disfrutarás del viaje. Organizate la ruta por carreteras de segundo orden y verás que ahí es donde la moto te muestra todas sus bondades.
Una vez comprobado como funciona la moto en este tipo de vías el siguiente paso era meterla en curvas ratoneras a ver si lo que prometía el chasis y el conjunto ciclo de la moto era cierto. Pero esta parte os la contaré mañana. Sirva como avance que aunque parezca que estamos hablando de una moto tranquila una vez que le coges el hilo es capaz de ir muy rápido en curvas.
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