Sentado en la barra del Peggy Sue’s y mientras saboreaba una Pink Lemonade antes de volver a Lambretta Asturias para devolverles la Lambretta LN 125 que amablemente nos prestaron, aproveché para poner en orden todos los datos que había percibido a los mandos de este particular scooter.
Había recorrido algo más de 100 kilómetros a sus mandos, por todo tipo de escenarios, y mi cerebro se encontraba contrariado. Su conducción es extremista dependiendo en la situación en la que te encuentres. Pero antes de adelantar acontecimientos, os invito a subiros conmigo en verla en movimiento por las calles de Cimadevilla, barrio de pescadores de calles estrechas y empedradas donde, si cerramos los ojos, podemos pensar que estamos recorriendo una pequeña Roma.
Lambretta LN 125: capacidad de carga y consumos ajustados
Para abrir el asiento tenemos dos opciones: desde la propia llave de contacto, girándola hacia la izquierda, o bien si la tenemos arrancada, desde un pulsador situado en la piña derecha, al lado del pulsador de arranque. Debajo encontramos un hueco relativamente pequeño en el que nos cabe un casco tipo jet.
Desde él también se accede al depósito de combustible. Este se haya cerrado mediante un tapón sin llave con apertura a media vuelta. A su lado, encontramos un interruptor amarillo de dos posiciones. Este funciona como cortacorriente de modo que cuando lo activamos, la moto ya no puede arrancar, poniéndoselo un poquito más difícil a los amigos de lo ajeno.
Como la plataforma es prácticamente plana, en caso de necesitar llevar algún bulto de superiores dimensiones como una bolsa o una mochila, disponemos detrás del escudo de un gancho para poder llevarla correctamente sujeta entre las piernas.
En verano los días son largos, no me fue posible salir a rodar con ella en condiciones de oscuridad. Aun así, y comparándolas con otras en el garaje, el haz de luz es un poco justito aunque teniendo en cuenta las prestaciones de la Lambretta LN 125, opino que es suficiente para circular con relativa seguridad.
El consumo medido durante la prueba fue de 4,25 litros cada cien kilómetros, con aproximadamente un 50 por ciento del uso en ciudad y la otra mitad en carretera con el gas prácticamente a fondo. Esto unido a la capacidad del depósito que es de seis litros nos permite una autonomía teórica de 140 kilómetros.
Como anotaciones al margen, el chivato de la reserva saltaba cuando la aguja del indicador estaba a la mitad. Desde Lambretta Asturias me comentaban que era un error que en las nuevas unidades estaba solventado después de haber cambiado el aforador del depósito.
Por otro lado, los soportes cromados de los espejos retrovisores empezaban a tener síntomas de óxido. Gijón es una ciudad en la que los vehículos no envejecen del todo bien debido a su proximidad al mar, pero me llamó la atención que con tan pocos kilómetros, estos empezasen a perder su baño. Comentándolo de nuevo en el concesionario, me comentaron que avisarían al importador para que estudiase las piezas y en caso de ser un fallo generalizado, proceder a modificar su fabricación o bien el suministrador de dichos componentes.
El precio de venta recomendado para la Lambretta LN 125 es de 3.190 euros para la versión monocolor y de 3.295 euros para la bicolor similar a la que habéis podido ver en esta prueba. Este precio está en consonancia con su archienemiga eterna rival, la Vespa, aunque a falta de hacer una prueba igual de exhaustiva a la imperecedera motocicleta del Grupo Piaggio, creo que la calidad de la Lambretta está un paso más atrás.
Y no me estoy refiriendo al propulsor, que aproximadamente rinden de una forma muy similar y también, en ambos casos, son a prueba de bombas. Más bien estoy hablando de los ajustes, los cuales no son del todo óptimos. Viene muy bien rematada, con perfiles de goma negra o cromado en todas sus tapas recordando a la Lambretta original, pero esos pequeños ruidos que pudimos escuchar durante la prueba acabaron haciéndonos sentir que no conducíamos una motocicleta acorde con la estética que se puede ver, que está verdaderamente muy lograda pero a la vez puesta al día para los tiempos que corren.
Por ciudad, la Lambretta LN 125 nos ha sorprendido por su excelente agilidad aunque en carretera, se queda un poco justa por prestaciones y por parte de ciclo. Su futuro propietario tiene que cambiar el chip y pensar que, cuando salga de la jungla urbana, será hora de disfrutar a velocidad moderada y contemplando los parajes que le rodeen.
Lambretta LN 125:
Motor:
Tipo: Monocilíndrico de cuatro tiempos, alimentación por carburador, refrigeración por aire
Cilindrada: 124,6 cm³
Potencia max. dec.: 6,5 kW (8,7 CV) a 8.000 r.p.m.
Par max. dec: 8,33 Nm
Transmisión: CVT
Delantera: Horquilla telescópica hidráulica
Trasera: Monoamortiguador hidráulico
Delantero: Disco de 190mm de diámetro con pinza de dos pistones
Trasero: Tambor
Delantera: 110/70-12
Trasera: 120/70-12
Longitud total: 1.930 mm
Distancia entre ejes: 1.380 mm
Altura asiento: 800 mm
Depósito de combustible: 6 litros
Consumo medio medido: 4,25 litros/100
Peso en seco: 104 kg
Motor: 6
Estabilidad: 5,5
Suspensiones: 5,5
Frenos: 6
Estética: 9
Acabados: 6
Comodidad del piloto: 8
Comodidad del pasajero: 6,5
Valoración media: 6,56
A favor: agilidad en cuidad, estética, freno trasero
En contra: prestaciones, estabilidad en carretera, calidad en algunos acabados
Nota: La Lambretta LN 125 fue cedida por Lambretta Asturias (670.50.36.83). Los gastos de gasolina han sido asumidos por el editor. Para más información consulta nuestra política de relaciones con empresas. Para la grabación del vídeo se ha usado una GoPro Hero2 facilitada por Preciojusto.
Agradecemos la colaboración del Restaurante Peggy Sue’s Gijón en la realización de las fotos.
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