Con 40 años uno es joven. Qué narices; los 40 son los nuevos 20. Pero hay ciertas limitaciones y facturas pendientes de cobrar si te has pasado los últimos 22 años subido encima de una moto haciendo todo tipo de virguerías.
Es un día triste porque Travis Pastrana dice oficialmente adiós al mundo del 'freestyle', esa disciplina que le ha dado tanto a la leyenda del motocross. Y le dice adiós con una última acrobacia sobre una moto antes de tener que pasar por el quirófano.
El 'back flip' y 'front flip off' más brutales que vas a ver
No hace falta explicar quién es Travis Pastrana. Pero por si acaso, el de Maryland es una leyenda viva del mundo de las dos ruedas (y desde hace unos años, también de las cuatro). Lleva dos décadas jugándose el tipo encima de una moto, y es bien conocido por sus once medallas de oro de los X Games.
Será la última vez que Travis Pastrana pueda forzar a este nivel antes de que tenga que ser operado de su maltrecha rodilla a finales de este 2023. Recordemos que el año pasado sufrió un grave accidente saltando en paracaídas desde un edificio.
Así que se preparó para darse un último homenaje sobre la moto: "Esta es mi última oportunidad para ir más allá. No voy a dejar las motos, pero será la última vez que pueda forzar así e intentar hacer algo que nadie haya hecho jamás", decía el americano con cierto tono de despedida.
La operación es bastante delicada. Se trata de un reemplazo de rodilla, una cirugía para cambiar partes de la articulación de la rodilla con partes artificiales nuevas. Dice que le está causando problemas para vivir: desde dormir, jugar con sus hijos o "jugar al Pickeball con mi suegra".
Para el homenaje el objetivo era uno: marcarse "un 'back flip' y luego un 'front flip off'". En palabras terrenales, una voltereta en el aire y detenerla para girar en dirección contraria. Ya avisa del riesgo de fallar a 15 metros de altura: "Si fallo por un metro, me decapito. Y no quiero eso".
Y por si la situación ya era delicada, en uno de los viajes se rompe la mano derecha y acaba ensangrentado. Pero le da igual, ya nada le para. Tú ves el resultado, pero estas son sus últimas palabras: "Casi me arrepiento y me voy a casa, casi me cago en los pantalones". Un truco final para enmarcar.