Lo tenemos asumido como algo normal, pero el colectivo motero es extremadamente fetichista. Rendimos culto a objetos inanimados que paradójicamente animan nuestras vidas hasta el punto de despertarnos sentimientos similares al amor. De esta manera podemos incluso a rendir tributo de una forma que se nos va de las manos como en este caso.
Directamente desde el departamento de "cosas-que-no-necesitas" o "ese-tipo-de-mierdas-que-no-tienen-mucho-sentido" nos llega en un frasco de cristal la última creación de Indian Motorcycles: tinta para tatuajes. Pero ojo, que no es una tinta cualquiera.
Motos y tatuajes, dos pasiones unidas al extremo
Uniendo la pasión por las motos, la vida detrás de un manillar y la afición por los tatuajes, Indian ha creado una tinta muy especial ya que está compuesta a partir de goma quemada. Los artífices de este maridaje han sido Cary Hart (leyenda del Freestyle norteamericano) y el afamado tatuador Franco Vescovi (fundador de Nocturnal Ink).
Juntos han tomado la iniciativa para extraer los pigmentos de la goma trasera abrasada de una Indian Scout Hooligan de flat track a la que han puesto a hacer un enorme burnout. Tomando todos los restos de goma se ha conseguido "la unión definitiva entre montar en moto y tatuarse", según el propio Hart.
Con las muestras de goma recogidas para utilizar como base, Vescovi se puso a trabajar para separar todas las toxinas y componentes químicos que pudieran resultar dañinos hasta crear una edición limitada de Indian Motorcycle Ink.
El primer tatuaje hecho con esta tinta tan especial lo ha recibido el propio Hart como no podría ser de otra manera, escogiendo para esta ocasión el nombre de su hijo. El resto de la tinta será vendida en exclusiva en Vatican City Studios (California) y en las cuatro tiendas de Hart (Las vegas, Orlando, Niagara Falls y Nashville), a partir de este mismo mes de julio y hasta que se acaben las existencias.