Hace unas semanas, me encontraba por casualidad con un vídeo muy antiguo. Se trataba de una filmación realizada por Mr. Frantisek Marik en los años 20 en un viaje que realizó a Estados Unidos. Mr. Frantisek era importador en aquella época de las motocicletas Indian para la República Checa y, como apasionado del motociclismo, decidió grabar con su propia cámara en una película casera las carreras que se celebraban por todo el continente americano en unas pistas ovaladas denominada Motódromos.
Son de esas historias que te atrapan y en las que entras en una espiral de búsqueda de datos casi compulsiva y durante la cual, tus ansias de conocer más y más parece no tener fin. Y una vez que nos hemos empapado en lo que ocurrió en aquellos años, es hora de contaros cómo eran las primeras carreras de motocicletas de Estados Unidos en estos ahora tradicionales circuitos. Como suele ocurrir siempre, esta historia está plagada de velocidad y fama, pero también por desgracia de demasiadas muertes. Poneros cómodos.
De cómo los velódromos pasaron a motódromos
Es probable que la palabra motódromos os suene un poco raro. Pero si hablamos de velódromos, más o menos todo el mundo sabe de qué instalaciones estamos tratando a groso modo. Efectivamente, existen todavía en la actualidad y sirven exactamente para el mismo propósito que allá a finales del Siglo XIX y principios del XX: carreras de bicicletas.
Pero no carreras en plan vuelta ciclista. Ya sabéis que los americanos siempre han sido muy suyos y eso de la velocidad les viene configurado de fábrica en el ADN. Así que para comprobar cuán rápido eran los ciclistas, se empezaron a popularizar la construcción de los velódromos.
¿Qué ventaja aportaban los velódromos? Que su construcción ovalada y las curvas peraltadas permitían a los corredores mantener la velocidad durante todo el recorrido. Y aprovechando la aparición de la primeras motocicletas, que no eran más que motores acoplados a cuadros de bicicletas, empezaron a utilizarse para marcar el ritmo de los corredores y también para quitarles el aire.
De esta forma no era necesario tener otra persona en una bicicleta delante que hiciese la misma función a modo de liebre, y que además se acababa cansando y no era capaz de aguantar toda la distancia de carrera. Pero la motocicleta no, porque en cuanto los motores fueron fiables, aguantaban toda la carrera y se podía ver el verdadero potencial del ciclista.
Pero claro, dales a la gente que se agolpaba en los velódromos el espectáculo de las motos y te dirán que las bicicletas las uses para ir a comprar el pan. Ellos lo que quieren es que les des ruido y velocidad de la mano de aquellos nuevos cacharros. Y así fue como se empezó a popularizar las carreras de motocicletas.
Lógicamente, había que crear un lugar para ello más acorde aunque con la misma filosofía: un óvalo de madera peraltado. Y de esta forma tan sencilla fue como nacieron los motódromos por todo Estados Unidos. Y el éxito fue increíble.
Los primeros motódromos y las primeras motos de carreras
Muchos de los fabricantes de bicicletas pasaron a convertirse en fabricantes de motocicletas, viendo el auge que estaba cogiendo este tipo de competición. Por ejemplo, George M. Hendee y C. Oscar Hedstrom, tuvieron listo las primeras motocicletas de carreras de Indian en 1908, tanto en versión de uno como de dos cilindros llamadas Torpedo Tank por la característica forma de su depósito. Para que os hagáis una idea, un año antes había arrancado por primera vez el TT de la Isla de Man y se tiene constancia de que la primera moto de carreras como tal había hecho su aparición en 1906.
La apuesta de Indian fue a muerte por las carreras. Tanto es así que fue la única que se construyó su propio motódromo en 1909, el Springfield Stadium, donde probarían sus nuevos modelos de carreras antes de llevarlas a la competición. Vamos, que se hizo su propio Motegi. Y lanzó un precedente porque el resto de fabricantes también se lanzaron a construir sus propios motódromos de pruebas.
'Jack' Prince, un emigrante escocés y campeón de ciclismo fue el encargado de construir la mayoría de los motódromos, incluyendo el que era propiedad de Indian. El primero del que se tiene conocimiento construido ex profeso para motocicletas fue hecho en 14 de marzo de 1909 en Los Ángeles (California), en la Playa del Ray y muy cerquita del actual Aeropuerto de Los Ángeles.
Tenía una longitud de 1,25 millas (poco más de 2 kilómetros) y estaba hecha en su totalidad de madera tanto en la estructura, las gradas así como la superficie de rodadura. En concreto la pista eran tablillas de 2x4 pulgadas (5,08x10,16 cm), así que imaginaros el montón de ellas que se necesita para llegar a hacer una pista de dos kilómetros.
La forma que tenía 'Jack' Prince de construir los motódromos era bastante peculiar y recuerda a cuando Kenny Robrerts dibujó la primera curva (bueno, en verdad son las dos y tres) del Circuito de Laguna Seca. Porque el escocés lo que hacía era clavar estacas en el suelo para marcar el perímetro de la pista y a partir de ahí dejaba el trabajo a los carpinteros locales.
Lo normal en estas pistas era que los peraltes llegasen a los 30 o 35 grados, pero en St. Louis decidieron echar el resto y se marcaron una pista de nada más y nada menos 62 grados en sus curvas. Una barbaridad y que hacía que los corredores que llegasen por primera vez a ella quedasen asombrados. De igual forma, las pistas podían oscilar entre el 1/4 de milla (400 metros) hasta las dos millas (3,22 kilómetros). Todo dependía de la cantidad de público que pudiese atraer el espectáculo para amortizar la inversión realizada (o pensáis que eso de amortizar la inversión por las motos es de ahora). Por ello normalmente se hacían en ciudades grandes aunque también en pueblos más pequeños como Fresno, Beverly Hills u Oakland.
Indian dominaba con bastante autoridad las competiciones pero su reinado iba a peligrar en 1911, cuando Excelsior puso en la pista sus nuevas motos con su motor bicilíndrico pocket-valve. La lucha por ser los más rápidos en la pista estaba servida. Y también salieron a la luz los problemas de seguridad de los motódromos.
Pero será en otro capítulo...
Datos extraídos de | Ducatistas, The Vintagent, Bert Wilson's twin cilinder racer. Siguiente parte | Los motódromos: historia de velocidad, fama y muerte (2)