Los que seguís Moto22 sabréis que este fin de semana he estado en el circuito de Cheste, asistiendo las carreras del Mundial de Superbikes 2010 correspondientes a la ronda española. Lo que en un principio iba a ser un ir a las carreras del domingo, como ha sido en años anteriores, este se ha acabado convirtiendo en una sobredosis de motos gracias a una acreditación de prensa obtenida en el último momento. La historia os puede sonar un poco rocambolesca, pero todo tiene una explicación. Gracias a los favores de un buen amigo y a la predisposición de la empresa para la que trabaja, que no es otra que Pirelli, el jueves pasado recibí una llamada que me avisaba de que a partir del mismo viernes iba a tener a mi disposición una acreditación de prensa para poder disfrutar del Mundial de Superbikes como no lo había hecho en ninguna de las anteriores ocasiones.
Nervioso como un flan me levanté el viernes bien tempranito y puse rumbo al Circuito Ricardo Tormo de Valencia. Un viajecillo de dos horas, que en la moto se hace en un santiamén, incluso con parada para repostar a mitad de camino y circulando a velocidades legales. Justo a la entrada del circuito te tropiezas con un edificio que es la oficina de acreditaciones, donde un equipo de gente te recibe con una sonrisa y te dicen que tu acreditación no está allí, pero que en breve se solucionará.
Una llamada a Samuela Bracco, Marketing Manager de Moto de Pirelli y mi contacto en el evento, y en 15 minutos estaba en la oficina Kevin Allen, Racing & Product Communication Manager, para solucionarlo. Parece que los pases se distribuyen con cuentagotas y la burocracia no había permitido que el mío llegase antes que yo a la oficina. Acompañado de Kevin nos dirigimos al aparcamiento más cercano al paddock y de allí a la sala de prensa. He de decir que gracias a Kevin me dejaron pasar en los controles de acceso a la sala, porque con el pase “normal” de Paddock no te dejan pasar la puerta ni aunque les prometas que eres el rey en persona.
Superbikes 2010 Valencia, viernes de sala de Prensa
El viernes me lo pasé acompañado de Kevin, que en todo momento me atendió perfectamente, a pesar de que mi oxidado inglés y su acento de Washignton DC nos lo pusieron bastante difícil. Nunca había estado en la sala de prensa de ningún circuito, pero la de Valencia es impresionante. Como ya os comenté desde la cristalera tienes visión directa de la recta de meta y estás situado directamente sobre los boxes del principio del Pit Lane, los que ocupan los equipos punteros del Mundial. La nota curiosa es que si pones un poco la oreja a los corrillos que se forman oyes cosas muy interesantes. Una de las que más me llamó la atención es que cuando se nombraba la categoría Moto2 en la conversación aparecían tacos en inglés y no eran precisamente por que les gustase el invento de Honda y Dorna.
Los entrenamientos de ese primer día permitieron comprobar que Carlos Checa tenía una de las motos con menos velocidad punta de la parrilla. Mientras que Max Biaggi ponía la Aprilia RSV4 a casi 300 km/h la Ducati 1098 de Carlos Checa no pasaba de los 286,5 km/h. Pero como en la sala de prensa tienes acceso inmediato a los datos de cronometrado, pude observar que a Carlos se le atragantaba el primer sector del circuito, precisamente en el que se mide la velocidad punta, mientras que en los demás sectores les sacaba a los otros pilotos unas décimas suficientes para hacer el mejor tiempo. Esto me lleva a pensar que la Ducati de Carlos no es de las mejores de la parrilla, pero el bravo piloto es capaz de suplir ese poco que le falta a la moto para estar delante.
Superbikes 2010 Valencia, sábado de fotos y Pit Walk
El sábado volvía a tocar pegarse el madrugón para estar en el circuito sobre las 10 de la mañana. Ya con el pase de Prensa colgando del cuello lo primero que hice fue darme de alta en la red del circuito para poder postear desde allí y remitir las fotos que iba haciendo para que Morrillu tuviese material para los post de los entrenamientos. La parte negativa es que el pase de Prensa no lleva incluida la conexión a internet, con lo que te tienes que rascar el bolsillo y pagar los 20 euros que cuesta que te autoricen la conexión para 24 horas. Por suerte junto con los pases me habían dado una pulsera que indicada “Club Superbikes Saturday” que me permitía entrar en un sitio casi más exclusivo que la Sala de Prensa. Al final de un pasillo por el que tienes que pasar hasta tres controles de acceso llegas a una puerta con una alfombra roja y un par de guapísimas azafatas que te preguntan quién te ha invitado y te llevan hasta la mesa que te corresponde. De la misma manera que la Sala de Prensa está sobre los boxes esta sala del Club Superbikes está directamente sobre los boxes 1 y 2 y tienes la línea de meta justo delante de tus narices. Puedes estar comiendo y viendo las carreras en primera línea. Pero ahí no acaba lo bueno, lo mejor es que la pulsera te da derecho a consumir lo que quieras sin tener que rascarte el bolsillo. Un 10 más para los amigos de Pirelli que me proporcionaron este trato VIP.
Con tanto trato de primera categoría casi se me pasa la hora del Pit Walk, que es cuando puedes pasar a la zona de delante de los boxes para ver a los pilotos y lo que se está cociendo en sus respectivos talleres. La pega es que con solo 25 minutos para patearte la línea de recta hasta el primer box, y volver, tienes que ir muy a tiro hecho. Si te entretienes mirando los primeros boxes, que normalmente están ocupados por los pilotos de menor relevancia en el campeonato, no te da tiempo de llegar a los boxes de los pilotos punteros. En las fotos podéis apreciar que en muchos de los casos las motos estaban completamente desarmadas, con los carenados perfectamente limpios a un lado, las ruedas desmontadas, y en algunos casos un ordenador portátil conectado a la moto para evaluar los datos de la telemetría recogidos en los entrenamientos libres.
En algunos casos, como el de Carlos Checa, o Rubén Xaus, que corrían en casa, estaban en la puerta del box parapetados tras una mesa firmando autógrafos. Por desgracia para mi era tal la cantidad de gente que ya había el sábado que era completamente imposible conseguir algo más que una dedicatoria en una postal del equipo. Lo más que conseguí decirles a ambos fue un “suerte para la carrera” antes de que el que venía detrás de mi me empujase para conseguir su autógrafo. Otros pilotos como Max Biaggi se reservaron para firmar autógrafos a las 5 de la tarde en la zona comercial situada detrás de las gradas.
La Superpole estuvo más que entretenida a ver si Carlos conseguía la Pole Position para el domingo, pero la Yamaha de Cal Crutchlow funciona muy bien y se la arrebató casi en el ultimo suspiro. Desde el palco en que estaba sentado pude ver parte de la ceremonia de la Superpole, en la que un par de azafatas en estado de hibernación entregaron los premios a los primeros clasificados. Las pobres en cuanto acabaron se tumbaron al sol en las butacas del palco. Menudo trabajo estresante que tienen. Mientras tanto, al principio de la línea de boxes, todas las motos que habían participado en la Superpole iban pasando las verificaciones de sonido y volvían a sus respectivos boxes para acabar de prepararse para las carreras del domingo.
Como nosotros, pero eso lo veremos mañana, mientras tanto aqui teneis la galería de fotos del sábado.