A partir de mañana las motos del Campeonato Mundial de Superbikes disfrutarán de dos días de test en el circuito de Jerez. El cántabro Román Ramos no estará en pista por ello aprovechó tres días la semana pasada para probar su moto del Team Go Eleven en el trazado andaluz.
Afrontando su cuarta temporada, tanto en el equipo como en la categoría, el piloto sólo podrá probar la montura en otro test en Australia antes de comenzar la competición el fin de semana del 23 al 25 de febrero. El objetivo de la temporada lo tiene claro: estar dentro del top 10, aunque sabe que este año será más complicado.
"Hacía tiempo que no tenía tan buen feeling"
Los días de tandas privadas en Jerez han servido a Román Ramos para recuperar buenas sensaciones, especialmente en condiciones de lluvia, donde reconoció en una entrevista a la web de WSBK que "hacía tiempo que no se sentía así en mojado". Precisamente la meteorología hizo que no pudiera probar "el nuevo basculante y algún componente más de la parte delantera", que tendrán que esperar a Phillip Island. Sí que tuvo oportunidad de comprobar que la moto va "un poco mejor" con el nuevo embrague que le han conseguido este año en el Team Go Eleven.
Aún así el piloto se mostraba "muy contento" y con ganas de llegar al test de Australia con todas las piezas para "poder acabar de configurar la moto y ajustarla a los cambios que se han hecho en el reglamento. Cambios que reconoce "no les van a perjudicar, sino al contrario" en su equipo.
En cuanto a la limitación de las revoluciones Román admite que ellos "no llegaban a esas vueltas" por lo que cree que "les va a ir mejor" y tendrán "más potencia". Aunque cree que seguirá habiendo diferencias con las escuderías oficiales también piensa que "les ayudará a estar más arriba" que la temporada pasada que acabó duodécimo en la general con 118 puntos. Para los ajustes que deben hacer en el motor han "comprado piezas del año pasado de los pilotos de fábrica" que esperan que les ayude a dar un paso adelante.
En cuanto a la temporada 2018 el español es consciente de que se presenta muy complicada porque "vienen pilotos muy buenos, muy rápidos y con motos bastante buenas" como Loris Baz o Yonny Hernández pero su objetivo sigue siendo acabar el año entre los 10 primeros. Para ello reconoce que tendrán que "trabajar mucho" y "estar en las mejores condiciones tanto física como mentalmente".