A raíz del trágico suceso de Marco Scaravelli saltó a la palestra una vez más el debate sobre los niños que montan en moto, los riesgos que asumen y la sobreexposición a peligros innecesarios. Para arrojar un poco de luz sobre este asunto nos hemos puesto en contacto con tres profesionales que trabajan precisamente en este entorno.
Todos trabajan uniendo las motos con los niños y, tras una larga conversación con ellos, siempre remarcan la necesidad y la importancia de que los padres enfoquen tanto los entrenamientos como las carreras de la manera apropiada, dejando que en última instancia tome las decisiones. Para ello la comunicación y la empatía son vitales.
CREM, una escuela de niños y también de padres
Sergio Aguado y Cristina Díez son entrenadores de la Casco Rojo Escuela de Motociclismo (CREM), una escuela de formación especializada en el entrenamiento infantil, aunque trabajan por igual con niños y adultos de todas las edades. Saben bien que para los niños las motos son un juego, y debe seguirlo siendo alejándose de las frustraciones de sus padres.
¿Desde qué edad puede empezar un niño a andar en moto? ¿Y a qué edad DEBE andar en moto?
Un niño podrá empezar a ir en moto cuando sus aptitudes se lo permitan. Quizá un niño con tres años pueda llevar una moto o haya que esperar un par de años, pero siempre tiene que ser una decisión que salga del niño. Tiene que ser él quien lo decida.
¿Qué diferencias hay entre el entrenamiento con adultos y niños?
La gran diferencia es el nivel de exigencia y aprendizaje, hasta la forma de hablarles es completamente diferente. La comunicación con los niños es vital y hay que enfocarlo de otra manera mucho más lúdica.
¿Se toman medidas especiales en cuanto a seguridad entrenando/corriendo con niños?
En nuestros entrenamientos por supuesto que sí, los ejercicios son diferentes, incluso las motos están limitadas. Lo primero es centrarse en que aprendan a manejar la moto a baja velocidad, con ejercicios de control.
Hay que tener en cuenta variantes como el estado de ánimo de los alumnos, la pista, estación del año o temperatura ambiente... todo condiciona los ejercicios y tenemos que adaptarnos.
Si hablamos de competición, en las carreras las medidas de seguridad nos parecen correctas ya que, por ejemplo, desde la moto hasta la indumentaria sufren una verificación previa antes de salir a pista. Si hay algo que no está según marca el reglamento ese piloto queda excluido.
¿Se deberían reforzar las medidas de seguridad en competición?
Siempre se va mejorando en protecciones y seguridad, por lo que hay que tomarlo en cuenta. Al igual que es importante el estado de toda la equipación, hay que llevar las motos en perfecto estado para una mayor seguridad de nuestros pequeños.
¿Qué beneficios puede tener aprender a ir en moto desde tan pequeños?
A nivel genérico el niño obtiene los mismos beneficios que con otros deportes en edades tempranas. Quizá en algunos aspectos obtienen mayores beneficios, ya que se superan controlando un vehículo además de a su propio cuerpo. Nosotros en la escuela incluso les inculcamos el amor por la moto, su cuidado y limpieza, así como que toda la equipación siempre esté perfecta.
¿Está bien que desde tan pequeños los niños compitan en moto?
Lo que nunca estará bien es que compitan por exigencia de sus padres, cuando el niño quiere competir lo pide él directamente y acaba disfrutando de verdad. La palabra clave que recordamos siempre a los padres es “paciencia”.
Desde vuestro punto de vista profesional, ¿qué opináis sobre el accidente de Marco?
Los accidentes son aleatorios, pueden ocurrir en cualquier situación de la vida cotidiana, sin poder anticiparnos a algo así.
¿El entrenamiento o competición en moto aporta una perspectiva diferente en cuanto a seguridad vial? ¿Se convierten en adultos más concienciados con el peligro de la carretera?
Sin duda alguna, pero por desgracia es inevitable tener caídas cuando compites y entrenas, por lo que tienes una mayor sensibilidad cuando circulas por la vía pública. Costumbres como llevar casco, mono, guantes o botas se convierten en cotidianas también cuando sales a carretera, simplemente a dar una vuelta, y desde pequeños se dan cuenta de la importancia de la equipación.
Claramente están más concienciados. Un ejemplo en estos días de verano es ver por la calle a un motorista con camiseta de tirantes, chanclas o sin casco, al cual señalan rápidamente y dicen que ellos nunca saldrían así a montar en moto.
Javier Bonilla, el punto de vista de un psicólogo deportivo
A Javier Bonilla (@Bonilla_PSICOD) ya le conocéis, él nos explicó cómo veía el panorama de MotoGP y nos contó cómo es el trabajo de un psicólogo deportivo que ayuda a amueblar la cabeza a los niños (y no tan niños) que quieren ser grandes estrellas.
Él mejor que nadie puede explicarnos cómo los niños no ven el peligro igual que los adultos, y son los padres y entrenadores quienes deben formar y concienciar a los pequeños, sin presionar y alejándoles de las conductas negativas y la presión que puede acarrear un entorno competitivo.
¿Qué opinas sobre que los niños estén involucrados desde tan pequeños en el mundo del motociclismo?
Que los niños se inicien a edades muy tempranas es algo cada vez más frecuente. No está mal siempre que se contemple como algo lúdico, como una forma de adquirir destrezas psicomotoras, un medio de relacionarse con otros niños, en definitiva como algo divertido y seguro para los pequeños.
El problema es que en un deporte tan individual y competitivo como el motociclismo es fácil perder de vista estos aspectos.
¿Crees que las motos son demasiado peligrosas para un niño? ¿Cuánto más que otros deportes?
Evidentemente las motos tienen un factor de riesgo importante y las caídas y las lesiones son parte del motociclismo. A nosotros los adultos una minimoto nos puede parecer casi un juguete perdiendo la perspectiva del riesgo que pueden acarrear a un niño que está en pleno desarrollo. Solo hay que darse una vuelta por algunas escuelas de pilotaje para ver que la conciencia del riesgo es mínima.
Con seis años, ¿un niño es demasiado pequeño para correr en moto?
Sinceramente no creo que fuera demasiado pequeño para montar en moto. Si tú estableces unas normas de seguridad y unas rutinas básicas que hagan que el riesgo sea lo menor posible estás evitando situaciones complicadas.
Pero a pesar de que los entrenamientos o competiciones de niños pequeños puedan desarrollarse en un ambiente más informal, se debería ser más riguroso con las medidas de seguridad y transmitirles a los niños la importancia de cumplirlas en todo momento.
¿Debería haber una edad mínima para que un niño se suba en una moto?
Sí, rotundamente. Creo que debería establecerse unas edades mínimas para cada tipo de moto, pero quizá mas importante aún seria diferenciar los tipos de tareas y entrenamientos por cada edad. Puede parecer que entre un niño de seis años a uno de ocho no hay mucha diferencia, pero las destrezas motoras y cognitivas son muy distintas.
¿Como padres, deberíamos esperar hasta que el niño manifieste su afición por las motos en vez de inculcarle nuestra afición?
Es cierto que suelen ser los padres los que transmiten su pasión a los niños por el motociclismo. Es normal que intenten que su hijo haga el deporte que a ellos les gusta y los niños suelen mamar esa pasión desde pequeños.
El problema es cuando no se tiene en cuenta la opinión del niño y no prestas atención a si está disfrutando ese deporte o disfrutaría más haciendo otro. ¿La solución? Debemos preguntárselo al crío, hablar con él y saber si realmente le gusta lo que hace.
Unas veces al niño le apasionara montar en moto, otras simplemente le gustará porque pasa tiempo en familia, porque se lo pasa bien entre tanda y tanda con los amigos o porque nota que así su padre le presta más atención. Este es un tema importante, por eso los padres deben hablar mucho con sus hijos y preguntarles qué les gusta más y qué les apetece a ellos.
¿Cómo podemos evitar situaciones de presión sobre el niño con los deseos de los padres?
Esto se puede evitar gestionando muy bien las expectativas, algo difícil pero que los padres deben entender, porque lo principal es que el niño se divierta, se desarrolle y aprenda. Si nos obsesionamos con los resultados en niño sentirá la responsabilidad de no decepcionar a sus padres o su entorno, lo que hará que no disfrute pilotando.
La presión por los resultados a edades tempranas nunca trae consecuencias positivas para los niños. Los padres deben animarles a que se esfuercen y que sean responsables, valorando otras cosas aparte de los resultados.
¿La precocidad se ha vuelto casi una obsesión en el motociclismo?
Si, da la sensación de que la precocidad es sinónimo de futuro éxito, y no tiene por qué ser así. En los medios de comunicación se hace mucho más énfasis a los datos de precocidad. Pasó con Jorge Lorenzo, ha pasado con Marc Márquez, y ahora puedes ver el interés que despierta Aaron Canet.
Se transmite la importancia de la precocidad pero no de la constancia. Biaggi y Checa han ganado mundiales de Superbikes rondando los 40 años y se le da menos importancia a este hecho, de ser constante y trabajador durante muchos años, que al de hacer algo sorprendente con poca edad.
¿Los niños entienden el riesgo al que se exponen? Son conscientes de las consecuencias que puede derivar un error sobre una moto aunque sea pequeña?
Tanto en la infancia como en la adolescencia la percepción del riesgo es mucho menor de la que tenemos los adultos. Para un niño montar en moto es algo divertido y no entienden el concepto de riesgo. Por eso tenemos que hacer énfasis en que hay unas conductas de seguridad que hay que cumplir, a modo de rutinas aunque no entiendan muy bien como les puede ayudar en ese momento.