El Concorso d’Eleganza Villa d’Este celebrado en el Lago Como ha tenido una estrella invitada de dos ruedas este año. Directamente desde Alemania, la BMW 9cento se ha presentado como un prototipo futurista pero razonable de cómo sería una moto de corte trail deportivo que podría adelantar un nuevo modelo en la familia intermedia de Munich.
Aparentemente parece una segunda generación de la BMW S 1000 XR, pero si nos fijamos un poco veremos que su motor no utiliza el motor de cuatro cilindros, ¡sorpresa!, sino un bicilíndrico en paralelo como el que hemos probado recientemente en la presentación de las nuevas F 850 GS y F 750 GS, un propulsor completamente renovado. Un nuevo modelo de BMW está en camino.
Trail, asfáltica y de cilindrada media: lo que le faltaba a BMW
El motor en principio y si quieren mantener la posibilidad de limitación para el carnet A2 no podría tener más de los 95 CV y 92 Nm de par motor que ofrece la F 850 GS. Si optan por la vía pasional sería fácil sacar más de 100 CV a este motor de 853 centímetros cúbicos, pero conociendo la racionalidad alemana sería difícil que viéramos rota esa barrera.
En cualquier caso, con esta apuesta BMW podría no canibalizaría sus propias ventas de trail intermedias; es un concepto que hasta ahora no había utilizado y que tiene sitio gracias al viraje offroad de la F 850 GS. Aprovechando que no tienen un modelo deportivo de media cilindrada y que la S 1000 XR es una moto que se ha vendido razonablemente bien, la posibilidad de que los germanos se atrevan con una versión a escala es ahora más plausible que nunca.
Se ha optado por una carrocería completa de tipo trail, con un carenado que no llega a ser completo y una pantalla alta sobre un frontal de doble óptica que evoluciona las líneas de la S 1000 XR. El carenado además se prolonga hacia atrás, fusionándose con el depósito a través de líneas angulosas.
Aunque queda prácticamente oculto en su totalidad, el chasis de la BMW 9cento tampoco es el mismo que en la BMW F 850 GS. La trail se ha tornado más campera, dejando sitio a una versión más asfáltica que al menos en este prototipo anuncia una construcción mixta, utilizando plástico reforzado con fibra de carbono (CFRP) para la parte frontal del bastidor, reduciendo el peso final. Y es que BMW lleva tiempo sorprendiendo con sus innovaciones.
La parte ciclo es digna de una deportiva pero no hay que emocionarse, las suspensiones de alto rendimiento y los frenos casi de carreras posiblemente dejarían paso a elementos más convencionales. El basculante trasero estilo banana y la salida de escape inferior en cambio sí podrían ser trasladados a la producción en la que sería una sustituta razonable de las casi extintas BMW F 800 ST.
Siendo más un ejercicio de diseño que un muestrario tecnológico, la 9cento incorpora como mayor alarde tecnológico unas maletas integradas en el diseño de la carrocería que se sujetan al subchasis a través de un sistema de adhesión electromagnético, es decir, sin herrajes a la vista ni herramientas para su colocación.
Otra novedad de las maletas es sugerir la idea de que sin ellas la BMW 9cento sea casi una moto monoplaza con un colín minimalista, mientras que con ellas colocadas y su parte superior acolchada el pasajero cuente con mucho más espacio para colocar sus posaderas.
Veremos si finalmente este prototipo alcanza la producción. La clave será esperar hasta los salones de otoño de 2018 y ver qué movimientos hace BMW, pero posiblemente a principios de 2019 tengamos una nueva trail asfáltica que probar.