Vladimir Putin sigue en su particular cruzada por salvar a la industria de las dos ruedas rusa, que está viviendo sus horas más bajas. Así que ha pedido otro modelo de moto (el tercero) a Aurus, la empresa que controla el Kremlin. Llega la nueva Merlon, una hypernaked que sobre el papel se parece mucho a cierta moto japonesa, pero en versión eléctrica.
Ya está sobre el papel y el prototipo de pruebas está a punto de tocar la calle, aunque los rusos han esperado a este 2023 para hacerlo público. La nueva moto encargada por Vladimir Putin llegará a las carreteras rusas en 2024.
Se parece mucho a la Suzuki GSX-S1000
El boceto ya ha sido presentado por el Instituto Central de Investigación Científica Automotriz de Rusia (NAMI) y comenzará su producción a principios del año que viene. Según señalan los medios nacionales, el Kremlin ha dicho que esta moto será la punta de lanza para que luego lleguen máquinas más baratas hechas para el mercado civil.
La apariencia de la moto hace pensar que no es un diseño exclusivo ruso. El faro tiene un parecido bastante razonable a la Suzuki GSX-S1000. Por el resto destaca por unas líneas futuristas, con un estrechísimo colín que hace que la rueda trasera quede más vistosa, a lo que ayuda el porta matrículas colgado sobre el basculante.
Y eso contando que el diseñador jefe del Aurus Merlon es Sergej Lvovich Molodenov, quien fue ingeniero de desarrollo en Ducati y trabajó en la creación de la última 999 y la Multistrada.
Sobre el papel, en los papeles del registro apuntan a que vendrá con un motor de 190 CV/350 Nm que es capaz de hacer un 0 a 100 km/h en 3,7 segundos, exactamente el mismo tiempo en el que lo haría una Aprilia RSV4 Factory. Incluso mejora a la Verge TS, una de las más potentes del mundo, que es capaz de hacerlo en 4 segundos. Ya sabemos que del papel a la realidad hay un paso grande.
También revelan que es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 200 km/h y una autonomía de 200 km. Sin embargo, para que triunfe Rusia todavía tiene trabajo por delante, y no nos referimos únicamente a poner en la carretera al modelo. El problema es que la red rusa de estaciones de carga públicas probablemente supere ligeramente las 400.
Sacan pecho y dicen que el ensamblaje será ruso, como el origen de algunas de sus piezas, pero no todas. Algunas de ellas vendrán del extranjero como el sistema de frenos, la correa de transmisión, la electrónica y hasta la pantalla. Al parecer los prototipos de prueba ya están en la fase de montaje y bajo cierto secretismo empezarán a testearlos en la calle en estos próximos meses.
No será la primera obra de Aurus en motos. La última creación de Aurus fue la Escort, una moto fabricada en colaboración con Kalashnikov (más conocido por su desarrollo del mítico fusil de asalto soviético AK-47) para escoltar a Putin. Esa montura tiene unos aires de estilo BMW R 1250 RT, aunque para el sistema de propulsión utiliza un motor eléctrico.