Pese a que sus 5 victorias en las últimas 5 temporadas en el circuito de Mugello le avalaban, Valentino Rossi llegaba a la prueba en casa después de un inicio de temporada en el que las cosas no habían salido como se esperaban en esta la temporada de la Reconquista. Y las previsiones de lluvia tampoco jugaban a su favor, visto lo visto en Le Mans con la supremacía de los neumáticos Bridgestone en estas condiciones.
Pero al final la lluvia no apareció en ninguna de las tres categorías, y se disfrutó de un domingo de grandes carreras, incluída la de MotoGp, cómo no. Tras apagarse los semáforos nada parecía hacer pensar en una victoria tan magistral del italiano, sino en todo lo contrario: otro tropezón ante la supremacía de las Ducati. A esa conclusión se podía llegar al ver como Stoner y Capirossi colocaban sus Ducati en las dos primeras posiciones y empezaban a tirar fuerte mientras un Valentino aparentemente apagado se veía luchando en la octava plaza. Pero este escenario cambiaría a las pocas vueltas de iniciarse la carrera. Dani Pedrosa, que tenía un ritmo buenísimo en seco, pasó a Casey Stoner y se colocó líder de carrera en la sexta vuelta, tras una extraordinaria remontada. Y Rossi, ya con las gomas en su temperatura óptima, no se quedó atrás en eso de enseñar a sus fervientes tiffossi cómo se debe remontar cuando uno juega en casa. Ante el delirio de los casi 90.000 aficionados italianos que se habían acercado hoy al circuito de Mugello, Valentino se puso rápidamente en primera posición y a partir de ese momento empezó a marcar un ritmo rapidísimo que sólo Pedrosa fue capaz de mantener.
Pero, de igual forma que ya pasara en Jerez, décima a décima, vuelta a vuelta, la esperadísima lucha entre Dani y Valentino se fue decantando a favor del italiano, que logró distanciarse a una cómoda ventaja de un segundo del catalán, pese a disponer de una moto claramente más lenta en lo que a velocidad punta se refiere. Sin duda, y como declaraba Valentino nada más acabar la carrera, en esta victoria ha habido mucha culpa del mismo Valentino, que era consciente que la única forma de ganar aquí con una de las motos más lentas de las candidatas a la victoria era tirar, tirar y tirar.
A destacar también la grandísima tercera plaza de un Álex Barros que en las últimas vueltas pasó y mantuvo a raya al piloto oficial de Ducati y líder del Mundial, Casey Stoner, que acabó fuera del podium. De esta forma, el Mundial se pone al rojo vivo cuando entramos en un sprint de pruebas que a priori son talismán para Valentino Rossi: Catalunya, Donington y Assen. El italiano está a sólo 9 puntos del todavía líder Casey Stoner. Dani Pedrosa está todavía a 33 puntos del australiano.