MotoGP se está quedando sin adelantamientos. Es un problema que es fácil percibir desde fuera, y que ya está empezando a preocupar a los pilotos. Cada vez la posición de parrilla es más importante, ganar una carrera desde más atrás de la segunda fila es casi imposible y ver un trenecito a lo Fórmula 1 en carrera empieza a ser la tónica.
Curiosamente, en el mundial más apretado de la historia, con seis marcas pudiendo ganar carreras y diferencias mínimas entre pilotos, está perdiendo algo que era la esencia de MotoGP: los duelos de última vuelta. En los últimos 26 Grandes Premios tan solo ha habido una carrera que se decidiese en el giro final.
En seco solo se ha ganado una de las últimas 26 carreras desde fuera de las dos primeras filas
En lo que llevamos de 2022 todavía no ha habido ni una sola carrera que se decida con adelantamientos en la última vuelta en cabeza de carrera. Pero es que el dato es todavía peor si miramos al año pasado: en todo el 2021 tan solo hubo un duelo por la victoria, el que tuvieron Pecco Bagnaia y Marc Márquez en MotorLand Aragón.
Hay que irse a la penúltima carrera de 2020, la que disputaron Franco Morbidelli y Jack Miller hasta el final, para encontrarse el siguiente duelo de última vuelta. Es decir, en 25 de las últimas 26 carreras no ha habido emoción por la victoria en la última vuelta. Y hay datos que son aún peores en este sentido.
Si excluimos las carreras en lluvia, en las últimas 26 carreras en seco solo ha ganado un piloto que saliese más atrás de las dos primeras filas de parrilla. Y, otra vez, fue Marc Márquez. El octocampeón mundial partía desde la séptima posición en la carrera que terminó ganando en Misano por la caída de Bagnaia.
El avance de la aerodinámica en las motos parece el principal culpable de que los adelantamientos casi hayan desaparecido en MotoGP, algo similar a lo que pasó en la Fórmula 1 allá por los '90. Y hay bastantes pilotos que ya se están empezando a revolver contra una situación tan dañina para el espectáculo.
Y lo peor es que se están comenzando a convertir en un bien de lujo solo al alcance de algunos pilotos, o mejor dicho, de algunas marcas. Mientras que Fabio Quartararo es incapaz de adelantar a nadie con su Yamaha, o incluso motos con motor V4 como la Honda o la KTM, para las Ducati solo es abrir gas en la recta.
Después de una época en la que los duelos entre Márquez y Andrea Dovizioso estuvieron a la orden del día, y otra en la que Dani Pedrosa, Jorge Lorenzo, Valentino Rossi, Casey Stoner y el propio Márquez se dieron de lo lindo, los duelos en MotoGP comienzan a estar en peligro de extinción. Los adelantamientos ya son algo vintage.