Nos las veíamos muy felices al ver en pretemporada como el bueno de Aleix Espargaró sobre una Yamaha Open del Forward Racing parecía que iba a poder poner la cara colorada a los equipos oficiales o semi-oficiales que normalmente son quienes se reparten las primeras posiciones del podio. Vale sí, Espargaró terminó cuarto en la primera carrera del Campeonato del Mundo de MotoGP 2014 y los números mandan, pero no es oro todo lo que reluce.
Al igual que tampoco reluce precisamente el papel desarrollado por el resto de motos integrantes en la categoría Open después de la vuelta de Ducati a la senda Factory. Ni están ahí ni se les espera porque especialmente en el caso de las Open de Honda la falta de prestaciones es clamorosa. Hablábamos hace unos días de que con más gasolina podrían aprovechar para alimentar más caballos en los motores pero da la impresión de que se han dejado algún establo por el camino.
El caso Espargaró
Si analizamos día a día los tiempos de Aleix Espargaró en el circuito catarí de Losail vemos que no hubo demasiada evolución, y más teniendo en cuenta que los chicos de Open estuvieron allí entrenando antes de la carrera. En la FP2 1'54.989, FP3 1'54.773, FP4 1'55.459 y en la Q2 1'54.986. Teniendo en cuenta que en la Q2 se fue al suelo podríamos decir que quizá habría mejorado el mejor tiempo hasta el momento de la FP3 con un 1'54.700 pero sólo le habría valido para ser sexto en parrilla ganando tres posiciones.
El problema viene en carrera cuando la vuelta rápida es de 1'56.192 pero la mayoría rozando el 1,57. Seis o siete décimas por vuelta son un mundo y no pudo haber luchado de ninguna manera con quienes quedaron por delante suyo y ni siquiera con los que se fueron al suelo rodando por delante. Si no se hubieran ido al suelo Jorge Lorenzo, Stefan Bradl, Bradley Smith y Álvaro Bautista la posición que hubiera ocupado Aleix hubiera sido octavo y sin haberse puesto a rueda de ninguno.
Lo bueno es que es consistente y que tiene ritmo, pero le faltan esas décimas en las que seguro que está la diferencia entre una Open y una Factory. La distancia con la que cruzó la recta de meta con respecto a Marc Márquez no fue exagerada, concretamente fueron 11,623 segudos así que resulta que hemos vendido la piel del oso antes de cazarlo. Por lo menos la Yamaha del NGM Forward Racing funciona, ahí está Colin Edwards noveno, mejor que las temporadas pasadas con las CRT.
Sea como fuere, seguirse peleando otro año más con las Ducati no es una buena opción para los intereses del mayor de los Espargaró y tiene que buscar el clic que le haga dar el salto para cruzar el trecho que hay entre el grupo perseguidor y las Ducati que persiguen al grupo perseguidor.
Dudas sobre las Open
Sólo Yamaha parece haber dado con la tecla de las Open al haber vestido de FTR la Yamaha M1 del 2013. Al final los números mandan y los buenos resultados de Aleix ahí están. La primera Open de la categoría está cuarta en la clasificación general sólo superada por las dos Honda del equipo HRC y la Yamaha oficial de Valentino Rossi. No es moco de pavo precisamente pero el listón está muy alto para mantenerlo ahí durante todo el año.
No es que no quiera que una Open le pise la manguera a las Factory ni mucho menos, incluso por mí mejor porque creo que pertenecen a un reglamento mucho más razonable y que debería ser (y será) el camino del futuro. De hecho me gustaría que el reglamento apretase tanto a las Factory que quedasen por detrás de las Open de forma habitual hasta que desaparecieran y tuviéramos un campeonato con un reglamento más del estilo de la Nascar, pero mientras sigan estando las Factory ahí ellas van a ser las que ganen las carreras salvo que pase algo raro y ver una Open en el podio va a ser rara avis.
¡Ah!, por cierto. No consigo imaginarme demasiado bien el papel de Ducati, quizá hayan perdido un poco el rumbo con tanto cambio que si ahora Open, ahora Factory, ahora Factory2, pero ver cómo una vez más las motos rojas están peleando sumidas en las profundidades de la parte media de la tabla es desolador. No tienen opciones a nada. Andrea Dovizioso y Cal Crutchlow terminaron quinto y sexto respectivamente, pero quitando las caídas de los primeros habrían sido noveno y décimo.
Ahora en Ducati tienen un gran problema, porque ya no sólo los equipos oficiales están delante suyo y alguna satélite, ahora todas las factory parece que les van a mojar la oreja y algunas Open también. El año pasado Espargaró con su ART les daba problemas, ahora ya casi tienen la batalla perdida y por detrás les estuvo acechando Scott Redding seguido de Nicky Hayden. Y bueno, Pol Espargaró cuando esté totalmente recuperado también habrá que ver en qué posiciones se mueve.
A todo esto y hablando de las Honda RCV1000R me parece que Honda tiene que poner un poquito más de su parte. En aquellos entrenamientos en Motegi en los que Casey Stoner dijo haber rodado casi en los mismos tiempos que las motos oficiales me parecieron exageradamente optimistas. Los tiempos por vuelta aún son muy pobres pero si miramos las velocidades máximas parece que tienen un problema.
Scott Redding y Nicky Hayden casi calcaron su velocidad punta con 327,3 y 327,5 km/h. Hiroshi Aoyama consiguió 328,7 mejorando un poquito pero si nos pasamos a comparar con la moto de Aleix se nos cae un poco el alma a los pies con una diferencia de diez kilómetros por hora (338,1) y ya cuando nos vamos a ver la moto ganadora de Marc Márquez (348,3) apaga y vámonos. Ya se que no sólo de velocidades máximas vive el piloto, pero no parece sólo un problema de ello y tanto Scott Redding como Nicky Hayden ya se han mostrado descontentos con el rendimiento de las Open de Honda.
Seguiremos analizando datos de aquí en adelante con más pruebas.
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