Marc Márquez no llegará a los próximos test oficiales de Moto2 para no arriesgar y asegurarse una recuperación completa para tener una temporada sin sobresaltos. Sin embargo, el de Lleida no está ni mucho menos fuera de forma y entre su preparación diaria se encuentra largas sesiones con el fisioterapeuta, con la bici de montaña o jornadas de motocross con las que no perder el feeling del gas, las derrapadas y la adrenalina de un motor de competición.
Porque no sólo Valentino Rossi le gusta pasar las tardes de lado entre el barro sino que forma parte de la rutina de entrenamiento de todos los pilotos. Aun recuperándose de los problemas de visión Marc ha estado recientemente en el Circuito Municipal del Segre, a apenas tres kilómetros de Lleida, retorciendo el puño del gas de una Honda CRF. Como si de una familia o un grupo de amigos se tratara allí estuvieron también parte del equipo de mecánicos de Moto2 para hacer más llevadera la jornada; y es que el ambiente entre ellos es envidiable como veremos en el vídeo. Escuchamos las declaraciones después de teñirse de marrón y, de paso, nos damos el gusto de verle manejar la Honda, aunque no sea la de MotoGP.
Estoy contento, porque después de la operación he notado bastante mejoría. Puedo hacer motocross y eso es buena señal. Me siento más seguro y tengo la vista casi al 100%, cada semana veo mejor y eso es importante. Me encuentro cómodo para entrar en una pista, que es de lo que tengo ganas. Hay que tomárselo con calma, pero mientras, me voy preparado físicamente, hago mucho gimnasio y mucha bicicleta, para poder empezar bien la pretemporada”.
Vía | Repsol Media
Vídeo | Canal Youtube de Motorpasión Moto