Primero vimos al joven Josh Herrin entrenando supermotard con un estilo que irónicamente podríamos calificar como suave y luego en un mini-reportaje que relataba cómo fue su primera victoria en el AMA Pro Road Racing. Ahora, tras proclamarse campeón de los Estados Unidos en el circuito de Laguna Seca, ha conseguido un hueco para correr en el mundial de Moto2 gracias al famoso empresario Tony Fernandes.
La intención del empresario indio malayo y aficionado a los deportes del motor es montar una gran estructura con presencia en los campeonatos del motor más importantes como la F1 y para el año que viene Moto2 bajo el nombre de Caterham, además de haber anunciado que van a abrirse camino con un SUV, un deportivo y un utilitario. Toda una declaración de intenciones a lo Bollywood, pero volvamos a lo que nos ocupa.
El talentoso californiano llegará con sólo 23 años de la mano de Caterham, un equipo que todavía no se había pronunciado, pero que ha sido el fruto de las negociaciones de Bob Moore, representante también de Cal Crutchlow y Bradley Smith. El equipo contará con el apoyo de Suter y completará la formación con Johann Zarco, Jules Cluzel o Dominique Aegerter. Todos ellos están en negociaciones aún y a la espera de que se resuelva su futuro, el que ya se ha quedado fuera ha sido Mika Kallio a quien también tiraron la caña pero prefirió quedarse en el Marc VDS.
Josh Herrin ha sido capaz de batir a su compañero de equipo Josh Hayes en el Monster Graves Yamaha, el equipo más poderoso al otro lado del charco. La gesta tiene mérito al llegar y vencer a un multicampeón (tres veces en Superbikes y dos en Stock Extreme) que el año pasado fue capaz de vencer 16 carreras, 10 de ellas de forma consecutiva.
Ahora hay que ver si es capaz de despuntar en el mundial y seguir un camino distinto a su compatriota Ben Spies. Además es un cambio raro ese de pasar de las Superbike de 1.000cc a Moto2, ¿no?.
Vía | MCN