Jordi Torres debutó en MotoGP en el GP de Aragón sustituyendo a Tito Rabat que se encuentra de baja por la grave lesión que sufrió en el GP de Gran Bretaña. El catalán llegó a MotoGP en un momento en el que se estaba poniendo en duda que un piloto sin experiencia en la categoría estuviera preparado para correr tras el chasco de Chris Ponsson, a quien varios pilotos tacharon de ser un peligro excesivamente lento.
Sin embargo, Torres demostró estar a la altura y aunque finalizó último a casi un minuto del ganador mostró grandes progresos a lo largo del fin de semana. Para su cita en el GP de Tailandia el catalán dio un salto de calidad y consiguió finalizar la carrera por delante de Thomas Luthi, Pol Espargaró y Takaaki Nakagami. Sin embargo, el idilio entre la Ducati del Reale Avintia y Jordi Torres tiene fecha de caducidad pues Rabat quiere volver cuanto antes a MotoGP.
"Me he pasado de frío y calculador, debería haber sido más natural"
El español declaró tras la carrera del GP de Tailandia que en MotoGP tiene que controlar aspectos de la moto de los que hasta ahora no se había preocupado, como el ahorro de combustible durante la carrera. A este respecto, Torres hizo autocrítica: "Me he pasado de frío y calculador, debería haber sido más natural, una mezcla entre las dos cosas, más de talento y no inventar un tipo de pilotaje para ser más ahorrativo".
A pesar de ello es indiscutible que la actuación de Torres en MotoGP está siendo más que digna a pesar de su inexperiencia en la categoría reina. El piloto español exponía que está disfrutando la experiencia pero que a día de hoy todavía tiene mucho que mejorar. Entre sus asignaturas pendientes Torres señaló la postura sobre la moto porque según comentó, va agarrotado.
A pesar de que Rabat está trabajando duro para volver cuanto antes a MotoGP parece que si no hay cambios de última hora será Jordi Torres quien viaje a Japón para disputar el próximo GP. De cara a esa prueba el de Rubí se ha propuesto adelantar a Xavier Simeon: "Espero poder meterle ahí la rueda, aunque quede por detrás, ya estaré satisfecho si puedo adelantarle alguna vez".
Puede que la de Motegi sea la última carrera de MotoGP para Torres, al menos durante esta temporada. Habrá que ver qué se puede esperar de él en vistas de la positiva evolución que ha tenido en tan solo dos Grandes Premios donde ha pasado de finalizar a un minuto del primer clasificado a acabar a 39,204 del mismo.
A día de hoy, la Federación Internacional de Motociclismo (FIM) ya ha aprobado una normativa una normativa que exige a los pilotos sustitutos o wild card que los pilotos sustitutos tendrán que pasar por un tribunal de selección al igual que los que disputan toda la temporada para garantizar su calidad. Se trata de un debate que surgió a colación de las críticas hacia Chris Ponsson, que sustituyó a Rabat en el GP de San Marino y que a ojos de algunos suponía un peligro en pista.
No ha sido el caso de Jordi Torres, cuya calidad de pilotaje desde el principio ha sido más que digna a pesar de no haberse subido nunca a lomos de una MotoGP, ni haber trabajado con discos de carbono, ni haber rodado con los Michelin. El de Rubí ha tenido una satisfactoria progresión en tan solo dos carreras en la categoría reina y es inevitable plantearse de qué sería capaz el catalán de tener una moto en MotoGP durante toda una temporada, ahora que su camino parece alejarse del mundial de Superbikes tras su ruptura con MV Agusta.