Los fantasmas de caucho han vuelto en Motegi. Desde el inicio de temporada sabemos que los neumáticos son un factor determinante a la hora de establecer los resultados en las carreras, pero lejos de ser una cuestión de elección de compuestos, las cubiertas de Michelin están dando que hablar más de la cuenta.
Durante la carrera del Gran Premio de Japón y bajo unas condiciones de lluvia intensa, los pilotos han tenido que hacer todo lo posible por mantenerse en pie. Álvaro Bautista y Dani Pedrosa no acabaron la carrera y en su opinión, en ambos casos por culpa de las ruedas del fabricante francés.
Del enfado al neumático roto, dos casos con los mismos sospechosos
Los casos de estos dos pilotos fueron muy diferentes. Para Bautista, la decisión tomada por Michelin de retirar el compuesto blando de lluvia delantero y dejar sólo el medio fue muy desafortunada. "No puedes estar trabajando con algo y que luego te digan que no lo puedes usar. Estoy muy cabreado porque esto ya no parece ni monomarca, es monogoma", sentenciaba el talaverano.
La decisión de Michelin se centraba en una cuestión de seguridad. El asfalto de Motegi ha presentado un tremendo grip incluso en condiciones de mojado, facilitando que los pilotos incrementasen el ritmo y forzasen aún más las gomas, sometiendo al compuesto más blando a una fuerza superior a la esperada y degradando más los neumáticos.
Por eso, apenas unas horas antes de dar comienzo la carrera de MotoGP y tras una reunión con Dorna e IRTA, Michelin comunicó a los equipos que el compuesto blando se iba a retirar. "La manera en cómo han tomado la decisión no ayuda, no es justo. No íbamos a ganar la carrera, pero podríamos haber estado en el top 10", aseguraba Bautista.
Pero si Álvaro estaba enfadado, Dani Pedrosa tampoco se quedaba corto. Motegi, la casa de Honda, es una pista donde el 26 suele cosechar buenas actuaciones, pero en cambio ayer acabó por retirarse cuando aún quedaban algunas vueltas. ¿El motivo de poner rumbo al garaje antes de tiempo? Un neumático trasero roto.
"Al ver que había mucha agua escogimos el neumático trasero más blando, pero desde el primer momento no he tenido agarre atrás", se lamentaba el de Castellar del Vallès. "He intentado mantener un ritmo constante pero cada vez era más lento, tenía mucho deslizamiento en el centro del neumático trasero", algo que iba un paso más allá de las quejas de Viñales después de los entrenamientos.
"Patinaba muchísimo incluso en la recta y era incontrolable en las frenadas y al pasar por los charcos. No podía ir ni a punta de gas así que cuando he salido de la zona de puntos he decidido retirarme", señalaba Pedrosa, un piloto al que no le gusta tirar la toalla antes de tiempo pero tal y como comprobaron después no merecía la pena seguirse arriesgando.
"El neumático trasero estaba parcialmente roto, no se había gastado del todo pero se había roto una parte", confesaba el de Honda. "No entendemos cómo ha podido pasar y aún no tenemos respuestas", pero lo que está claro es que con este abandono Pedrosa dice adiós a sus opciones matemáticas para el título de 2017.
Lejos de ser casos aislados, son muchos ya los pilotos que han soltado una largada sobre las gomas galas. Unos neumáticos cuyo rendimiento un tanto aleatorio está creando incertidumbre en el paddock con una frecuencia que se sale de los estándares. En el Campeonato del Mundo de MotoGP no debería haber lugar para que una pieza tan importante como los neumáticos falle.
Siempre pueden salir neumáticos defectuosos, por supuesto, al igual que puede ocurrir con cualquier producto fabricado por el ser humano, pero de manera recurrente vemos cómo algunos pilotos culpan directamente a los neumáticos sin miedo a aquello de que "luego te mandan un email".
Veremos cómo acaba este culebron, pero sí parece que algunos pilotos suelen tener peor suerte con los neumáticos que otros.
Fotos | Team Aspar, Repsol