Si la historia nos enseña algo es que, siempre, absolutamente siempre se repite cada cierto tiempo. Y que los humanos comentemos los mismos errores, más allá del típico tropezón con la misma piedra. Y si la historia se repite, el final también suele ser el mismo. Pero por alguna extraña razón, acostumbramos a olvidar muy fácilmente.
Al Imperio Español se le olvidó que César no fue capaz de mantener el suyo. Napoleón se empeño en intentar lo mismo y a Adolf Hitler tampoco le salió bien la jugada. Y aunque hablamos de episodios mundiales, también a pequeña escala han ocurrido casos similares.
1993: Suzuki y Kevin Schwantz
Hagamos un poco de memoria, pero sólo un poco a la historia más reciente. Por ejemplo al mundial de 1993. Wayne Rayne se lesionaba en Misano, Mick Doohan se empezaba a acoplar sobre una Honda que sería imbatible unos años después pero todavía, la lesión en la muñeca en el arranque y la rotura de clavícula de Laguna Seca condicionaron su temporada.
La tercera en discordia, Suzuki, lo apostó todo para esa temporada con más pruebas que nunca y Kevin Schwantz, fue mucho más conservador sobre la moto y con más fortuna en las lesiones. ¿Resultado? Victoria en el Campeonato del Mundo sin que nadie se lo esperase al principio de la misma.
2000: Suzuki y Kenny Roberts Jr.
Saltamos ahora al 2000. El Campeón del año anterior, Álex Crivillé, pidió más potencia a Honda y se la concedieron, empeorando la respuesta a medio régimen. Valentino Rossi debutaba con Jeremy Burguess y con un hándicap: todavía no se llevaba demasiado bien con el agua en una temporada en la que muchísimas carreras fueron bajo la lluvia.
La Yamaha tuvo sus destellos de calidad, primero con Garry McCoy que montaba un Michelin trasero de 16,5" y usaba el viejo estilo de "apuntar y disparar" aunque a medida que pasaba la temporada, se vio que el estilo de los pilotos de 250 cc con un gran paso por curva era más efectivo. Así Max Biaggi se hizo con la tercera posición.
Y de nuevo nos encontramos con Suzuki, con un piloto como Kenny Roberts Jr. que iba muy bien en mojado y una moto con la que los técnicos se pelearon para hacer todo lo contrario que Honda: sacar más potencia en la parte media y hacerla más dulce. Roberts Jr. también tuvo que modificar su estilo de pilotaje para compensar esa falta de potencia arriba y hacer el paso por curva más rápido, trabajando mucho con las suspensiones. Resultado: un título que de nuevo nadie se lo esperaba.
2006: Honda y Nicky Hayden
Llegamos al 2006, en una temporada muy rara. Todos pensaban que como el año anterior, Valentino Rossi se haría con el título. Sin embargo y a pesar de haber ganado cinco carreras, no puntuó en tres de ellas y a pesar de llegar a la última carrera en la cabeza de la clasificación, una caída le impidió revalidar el título.
Michelin daba muestras de flaqueza mientras Bridgestone cada vez funcionaba mejor con la Ducati. Honda dio un aviso al fabricante francés que ya no podían sacar más potencia de su Honda RC211V y la respuesta de este fue hacer neumáticos con una carcasa más blanda que permitiese una presión menos, cercana a sólo 1 bar.
Inmediatamente los problemas surgieron en forma de chatter para todos, Honda y Yamaha. Sin embargo los de Iwata tardaron más en responder que Honda. Nicky Hayden, a pesar de ganar sólo dos carreras, fue pasito a pasito construyendo su título: adaptándose a los problemas cuando hacía falta e intentando ser muy regular en los resultados. Y de nuevo, otro título que nadie se esperaba. Y vamos tres.
2016: la oportunidad para Superbikes
Ya me gustaría saber lo que ocurrirá en el 2016. Pero lo que sí sé es que hay muchas posibilidades de que haya sorpresas, sorpresas inesperadas. Para empezar, entrará el nuevo reglamento de centralita y software común para todos.
Además, Michelin volverá a ser el suministrador oficial de neumáticos. Y ya hemos visto que cuando hay un cambio importante en las ruedas, puede ocurrir cualquier cosa. Y en este caso "cualquier cosa" es que por fin un piloto de Superbikes pueda dar el campanazo.
¿Por qué? Porque será una de las pocas ocasiones en las que no llegaría con demasiada desventaja. Todo el mundo, quien más y quien menos se tendrá que adaptar a las nuevas MotoGP y al nuevo software. Y lo más importante, a los nuevos neumáticos, uno de los grandes problemas que tienen los pilotos que vienen de Superbikes y se encuentran gomas con agarres irreales sin tiempo para cogerles el tacto.
2016 es además el año en el que todos los grandes renovarán por lo que, llegando ese año y destacando en tu primera temporada hay muchas posibilidades de poder hacerte para el 2017 con un asiento oficial.
¿Veremos un piloto que no entraba en las apuestas coronado Campeón de MotoGP en el 2016? ¿Podrá Suzuki enfrentarse a las grandes? ¿Y Aprilia? ¿Será el año en el que Ducati recupere el entorchado? Un par de años y tendremos la respuesta.