Era la crónica de una muerte anunciada pese a que muchos aficionados teníamos esperanzas en casi un milagro. Claro está que las ilusiones y las finanzas no están estrechamente ligadas por desgracia, así que después de que la marca dejase de producir en enero y entrase en preconcurso de acreedores debido a una gran deuda económica a la que no podían hacer frente, Gas Gas se ha declarado oficialmente en quiebra.
Como último recurso sólo podría salvar la situación que una marca (o alguien) con muchos recursos se hiciera cargo de la marca catalana e inyectara el dinero necesario como para hacerse con el control de la compañía, saldar las deudas y salvar los 500 puestos de trabajo. De lo contrario, la disolución de la empresa será irremediable y perderemos otro nombre histórico del motociclismo español.
Fuente | Motofan
Foto | Gas Gas