No parecen buenos tiempos para Harley-Davidson. Después de un año 2016 bastante convulso con reducción en su volumen de ventas, el despido de 200 trabajadores y los 15 millones de sanción de la EPA, la tendencia a la baja se confirma con un primer trimestre de caída para la fábrica de Milwaukee.
Al 1,6% y 262.221 unidades menos de 2016 hay que sumar ahora una caída aún mayor, concretamente del 4,2% durante los tres primeros meses de 2017 con respecto al año anterior, lo que supone una rebaja de 70.831 unidades colocadas. Más preocupante aún es que la mayor caída se sigue centrando precisamente en su propio mercado, dejándose un 5,7% de ventas en los Estados Unidos.
Caídas en todos los mercados, menos Latinoamérica
En parte esta caída tiene su explicación en que mientras el resto de marcas se abalanzan a producir nuevos modelos para la temporada 2017, Harley-Davidson aún mantiene en venta sus modelos 2016 esperando vender su stock antes de lanzar los nuevos productos.
Aun así hay que reconocer que el papel de Harley-Davidson en América es de protagonismo absoluto manteniendo una cuota de mercado del 51,3% para las motocicletas de más de 600 centímetros cúbicos. En cualquier caso cuesta asimilar las cifras negativas que acumula la marca si desglosamos por regiones con caídas en Canadá (-4,4%) y Asia/Pacífico (-9,3%) y un tímido mantenimiento en Europa (-0,4%).
Por contra, Latinoamérica vuelve a ser al igual que ocurre en otras marcas el gran paso al frente, con una subida del 24,2% que explica la deriva comercial del sector.