En la historia de las superbikes siempre ha habido motos que han resaltado más y motos que han resaltado menos. Una de las primeras es la BMW S 1000 RR. Las últimas versiones son el culmen de la ingeniería y diseño alemanes, pero cuando hace una década salió aquella superbike que te miraba raro, que tenía el faro asimétrico, hubo corazones partidos.
Pocas veces se ha preguntado la gente el motivo por el que BMW hizo así el diseño de una de las superbikes más impresionantes de la historia. Los faros asimétricos tenían un motivo técnico y de impacto en la BMW.
Rendimiento y filosofía, caiga quien caiga
Los diseños han avanzado mucho en la industria de la moto. Tal es así que las motos con unos cuantos años encima ya les pesa el paso del tiempo en comparación con las nuevas hornadas de motos, aunque evidentemente hay quienes siguen prefiriendo los diseños de antaño.
Sin embargo, la cuestión es otra. Cuando salió la BMW S 1000 RR hace más de una década, partió como conquistó corazones. En 2009 suponía el regreso de BMW a las carreras, con una moto deportiva de 1.000 cc y 193 CV a 13.000 vueltas. Pero miraba raro.
El motivo era una evidente asimetría en los faros delanteros que BMW nunca ha llegado a explicar con certeza... Si no se busca bien. David Robb es uno de los lápices más útiles para los de Múnich, uno de los hombres que ha diseñado multitud de motos para la marca, y nada era en vano. Lo cuenta aquí, en un vídeo tan desconocido como útil.
El diseñador no pasa por alto ningún detalle a la hora de concebir la BMW. La decisión de BMW de equipar su nueva máquina de circuito (y calle) con faros asimétricos es una elección de diseño que va más allá de lo estético. Este enfoque muy poco convencional viene a raíz de la seguridad y la funcionalidad.
El lado izquierdo del faro está diseñado para ofrecer un haz de luz más amplio, iluminando la carretera de manera más efectiva y permitiendo a los conductores detectar obstáculos potenciales mucho antes de alcanzarlos. Algo evidentemente beneficioso al circular por carreteras sinuosas o áreas rurales donde la visibilidad puede ser limitada.
Además, el diseño asimétrico no es simplemente un toque estilístico; refleja la filosofía de ingeniería de BMW, que prioriza la experiencia del conductor. Al optimizar la iluminación, BMW busca mejorar la seguridad en la conducción nocturna, un factor crucial para muchos motociclistas.
Pero no es solo filosofía de diseño, que también (por eso de que es una característica distintiva de BMW), sino que al ser una superbike, buscaban el máximo rendimiento posible. Y eso en el mundo de la competición (motivo por el que nació esta moto) significa reducir peso en cada gramo. ¿Qué sentido tiene ese faro asimétrico entonces? Pues que les hizo ahorrar entre 300 y 500 gramos en comparación a si hubiesen puesto un faro simétrico. Más pequeño; menos peso.
Y esa es otra lección: así de seria es BMW con el rendimiento de las motos que fueron capaces de sacrificar el diseño de una moto por medio kilo. Ah, y por supuesto, tanto rendimiento dice, para que "tus amigos no se rían de ti".