El negocio de las dos ruedas no consigue repuntar en Estados Unidos: mientras que hace unas semanas colgaron el cartel de se vende a su rival Victory, Harley-Davison ha anunciado que en el ejercicio anterior, es decir, en 2016 las ventas de motos cayeron en un 1,6% (262.221 unidades), de las cuales 161.658 fueron en EEUU.
Esto se traduce en un beneficio neto de 646,8 millones de euros, lo que representa un 8% de caída en el beneficio neto de la compañía americana. Sin embargo, los ingresos del pasado año sí que se mantuvieron estables en relación a 2015: aproximadamente unos 5.500 millones de dólares brutos.
El crecimiento fuera de los Estados Unidos sí crece
Cabe destacar que, a pesar de los despidos y el resultado del pasado año, no todo es negativo en la firma americana: sus ventas en el extranjero sí que han crecido. En concreto, han aumentado sus ventas un 2,3% fuera del país americano, lo que acentúa el bienestar de la empresa fuera de su país.
El hecho de vendido menos motos que en 2015 no significa que haya perdido el liderato en el mercado estadounidense: Harley-Davison sigue siendo la marca más vendida al otro lado del charco. Además, no sólo se mantienen como líderes, sino que han abierto 40 nuevos concesionarios en todo el mundo, sobre todo en Asia.
La estrategia de Harley-Davison mira a largo plazo, por lo que pretenderán lanzar unas 50 nuevas motos en los próximos cinco años, con el objetivo de mejorar las ventas en su país. El CEO de Harley-Davison, Matt Levatich, ha sido tajante:
Nuestra estrategia a largo plazo está relacionada con el aumento de clientes en EEEUU, pero con un crecimiento cada vez mayor a nivel internacional en los mercados en los que estamos presentes. Nuestra meta en los próximos 10 años es crear la próxima generación de pilotos de Harley-Davison.