No hace mucho que hablaba de la Harley-Davidson X8E de Steve McQueen que tenían previsto subastar los pasados días 7 y 8 de enero en Las Vegas de la mano de Bonhams. En su momento comentábamos que el precio final esperado era algo entre los 80.000 y los 120.000 dólares. Pero para desgracia del actual propietario la moto no superó la cantidad mínima fijada y volvió a su garaje sin ser vendida.
Parece que el mercado de las motos clásicas está más centrado en las motos británicas como las Vincent, Brough o incluso Ariel. Modelos de los años cincuenta y sesenta del siglo XX que se venden, esos si, por precios que van desde los 50.600 dólares que se pagaron por una Ariel Square Four MkII de 1956 con un sidecar Watsonian, hasta los 224.250 dólares que se pagaron por una Vincent Series C "White" Shadow de 1950 (una de las 15 producidas en toda su historia).
Es como si aquellas Harley-Davidson de principios del siglo XX no fueran lo suficiente apetitosas, mientras que las británicas de mitad de siglo si. Quizá tenga que ver que para conducir una moto de antes de 1916 tienes que hacer un master en mandos "extraños" mientras que en las británicas las cosas estaban algo más normalizadas para alguien de nuestro tiempo.
Ojalá esto sea así y esas preciosas, y caras, motos hayan sido compradas para salir a rodar de nuevo a la carretera. Y no acaben en una vitrina como monumento a una época en la que lo que importaba era que la máquina funcionase, no que fuera eficiente, ecológica o más Hipster que las demás.
Vía | Cyril Huze Blog
Foto vía Wikimedia | Mark Robinson