GoPro, el nombre que ya se ha convertido en sinónimo de cámara de acción para capturar nuestras aventuras y peripecias. Ha dado muchísimo que hablar durante las últimas dos semanas y, sospecho, que va a seguir dando guerra. Pese a lo que indiquen las leyes de protección de datos, las ventas de estas cámaras no hacen más que crecer. Y mejor aun, la oferta de cámaras del mismo estilo y similares características, crece cada día dando al cliente la posibilidad de elegir entre un gran abanico de posibilidades. Y por lo general, de forma mucho más económica.
Ayer, el gigante chino Xiaomi, dio a conocer su propia cámara deportiva, la Yi Action. Como suele suceder en estos casos, lo que más ha llamado la atención ha sido el precio irrisorio al que se pone a la venta, poco más de 50 euros al cambio. Por características y precio, puede ser comparada con la versión más asequible de GoPro, la Hero, un dispositivo capaz de grabar a 1080p30 y 720p60 con su sensor de 5 megapíxiles. ¿De qué es capaz la Xiaomi?
La Yi Action pesa significativamente menos que la GoPro Hero, 72 gramos por los 111 gramos de la cámara americana. Utiliza un sensor Sony de 16 megapíxiles para capturar vídeo a 1080p y 60 imágenes por segundo o 720p a 120 imágenes por segundo en un ángulo de 155º, además de otros formatos. Es resistente al agua (hasta 40 metros de profundidad) y supera también en almacenamiento a la Hero al incluir una tarjeta de memoria de 64Gb. Además, se puede conectar a dispositivos móviles gracias a una conexión Wifi.
Sobre el papel es una cámara muy atractiva pero, como comentan mis compañeros de Xataka, hay otros muchos puntos que hacen que una cámara sea una pesadilla, o todo un acierto. Por ejemplo, la versión más básica a la venta llega sin ningún tipo de accesorio y habría que sumarle en torno a 10 euros para incluir en el paquete un "palo para selfies".